diecisiete

1.9K 287 121
                                    

No podía estar más contento con su vida ahora mismo, se sentía el hombre más afortunado en la faz de la tierra y alguien que se había comido al mundo de un mordisco, ¿cómo no se sentiría de aquella forma? si lo tenía todo. Tenía un hermoso y joven esposo que lo esperaba todos los días en su hogar, tenía muchísimo dinero; tanto como para hacer un puente de oro de Seúl a Estados Unidos, tenía el control de todas las empresas que su difunto esposo le había dejado, lo tenía absolutamente todo.

Nada le faltaba.

Con una postura recta y bien elegante caminaba por los pasillos de su empresa; aquella con la que había empezado todo su imperio, saludando a los pasantes, saludando a sus trabajadores y socios hasta llegar a su oficina en donde dos de sus más grandes inversionistas le esperaban.

"Buenos días." Saludo confundido, si ellos estaban en su oficina significaba que era algo demasiado importante. "¿Qué pasó?"

"Eso es lo que te queremos preguntar a ti." Dijo Seungho. "¿Qué pasó?"

"No estoy entendiendo." Dijo Jungkook.

"Ayer nos informaron que tu esposo había tomado la mayor parte de las acciones, que es accionista mayor, casi podría ser tu jefe si es que no lo es ya." Dijo Daehyun tirando un informe en el escritorio de Jungkook.

"¿Qué?" Completamente confundido se apresuró a tomar el informe para leerlo y comprender que es lo que pasaba.

"No me digas que no lo sabías porque ahí está tu firma." Reclamo Seungho. Ellos creían que está era una jugada de Jungkook, creían que quería meter a su esposo en el negocio para que los demás accionistas perdieran el poder de toma de decisiones, pero no era así, Jungkook estaba tan confundido como ellos.

Pues al leer cada párrafo en aquel informe el mundo le mareaba, su cabeza le daba vueltas al ver la adquisición por parte de Jimin y su firma en grande en el papel. No podía creer que su propio esposo le haya tendido esta clase de trampa, no podía creer que SU Jimin pudiese hacerle esto.

No era algo demasiado grave, no era como si Jimin pasará a ser el dueño de las empresas Jeon, pero al convertirse en el accionista mayoritario y desplazando a Jungkook tenía demasiado peso en las empresas, controlaba todo sin ser el dueño.

De pronto sintió un vacío hacerse en su estómago, se disculpó con sus socios y fue a pedirle una explicación a sus abogados quien habían hecho el documento, perdió el control como era de esperarse, tomo al primero de la camisa para que le expliquen porque no le habían dicho lo que pasó.

Todo causando un estallido enorme en Jungkook, que lo llevo a una locura hirviendo en rabia, después de gritarle a sus abogados tomo la llave de su auto y condujo a su casa lo más rápido que pudo. Nadie, ni su esposo, se burlaria de él, no lo permitiría.

No pensaba bien, solo azotó la puerta y al encontrar a Jimin lo tomo del brazo llevándolo a su habitación para que nadie escuchará la gran pelea que se avecinaba.

"¿¡Qué hiciste!?" Grito una vez había cerrado la puerta con un azote, soltando a Jimin quien estaba completamente asustado.

"¿De que hablas? Jungkook...me asustas." Dijo en un tono alto para no verse tan intimidado.

"¡De esto!" Respondió dejando el informe sobre el pecho de Jimin, empujándolo un poco con este. "¿Cuándo pensabas decirmelo?"

"¿Por esto te enojaste?"

"¡Claro! ¡Hiciste todo esto sin consultarme! ¡Ahora prácticamente tú manejas MIS empresas! ¿¡Cómo no me iba a enojar si esto es una sucia movida!?"

"Creí que lo tuyo era mío..." Susurro con dolor reflejado en su voz, mirando el piso mientras arrugaba los papeles. "¿Sucia jugada? ¿a eso le llamas a mi adquisición? ¿mala jugada? Jungkook... yo solo quería pertenecer a tu mundo, tener algo mío, no crei que te enojarias tanto..."

El dolor en la voz de Jimin afecto a Jungkook, lo hizo flaquear, porque como por arte de magia todo el enojo se esfumó y solo hubo preocupación en su lugar, quiso golpearse por poner tan triste y vulnerable a su esposo.

El amor por Jimin le hizo olvidar todo, tanto, que en dos segundos ya lo estaba abrazando para quitar ese puchero en sus labios. Lo amaba tanto, haría todo por él.

"Mi amor, lo siento por todo pero ... entiendeme." Sostuvo delicadamente el rostro de Jimin para que le mirara. "Tú adquisición me traería problemas con Min Hyungyu, te recuerdo que ahora es el tercer mayor accionista y esto fue hecho sin el anuncio a los demás accionistas."

"Perdón..." Dijo Jimin escondiendo su mirada avergonzado.

Si tan solo Jungkook supiera la verdad, ni tendría a Jimin en sus brazos besándole la nariz. Pero el amor es aquel mal que te deja ciego, no dejaba que Jungkook viera muchas cosas estúpidamente obvias.

"Eres mi esposo, todo lo mío es tuyo, así que tendrás acciones de las empresas pero no tantas, serás el tercer mayor accionista, no queremos problemas con Min, ¿no?" Dijo con una sonrisa mientras acariciaba las mejillas de su Jimin.

"Bien." Sonrío ampliamente, levantando su rostro para así darle un beso a Jungkook en los labios. "Y ahora, ¿te quedarás o volveras al trabajo?"

"Me quedaré." Sonrío. "¿Vemos alguna película?"

"Claro." Sonrío de vuelta dándole dos besos en los labios a Jungkook. "Pero deja que me lave las manos, sudaron por el susto."

"Lo siento." Susurro besando la frente de Jimin con suavidad, arrepentido en el alma.

Jungkook se deshizo de su corbata y se quitó su saco, se sentó al borde de la cama para elegir alguna película mientras esperaba a Jimin, mientras hacía su trabajo de repente escucho un gran estruendo seguido de un grito de Jimin, alarmado corrió hacía el baño encontrándose con un ensangrentado Jimin.

"¿Qué pasó?" Pregunto con preocupación, arrodillándose frente a Jimin para ayudarlo, tenía la mano cortada por el vidrio del espejo.

"M-me resbale." Dijo agitado, en shock por la sangre y por el dolor del golpe.

"¿Señor, puedo pasar?" Escucho a la ama de llaves detrás de la puerta principal, el grito de Jimin la habrá alertado.

"¡Pasa!" Grito Jungkook tomando a Jimin para que se levantará.

"Señor Jimin." La ama de llaves estaba tan asustada como la pareja, rápidamente envolvió la mano de Jimin en una toalla y los ayudo para que salieran del baño.

Una vez fuera, pudieron ver el golpe en el pómulo que tenía Jimin a causa de su resbalada que le ocasionó una estrellada en el espejo y cortadas en su mano.

"Vamos al hospital." Dijo Jungkook, horrorizado por lo que había pasado tan rápido.

"No no, estoy bien." Respondió Jimin.

"Vamos a que te hagan unas puntadas, no esta a discusión. Minhee dile al chófer que nos espere afuera, por favor." Dio la orden a su ama de llaves que aún estaba asustada por todo lo que había pasado, ella corrió para seguir las órdenes de su jefe.

El día había sido arruinado en la estadía en el hospital donde curaron las heridas de Jimin, el día había comenzado mal y había terminado de la misma forma.

Menos para Jimin. 

Fue él;  kookminWhere stories live. Discover now