El fin, ¿o más bien el comienzo?

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— Hola Dios, soy yo, el amigable vecino, nuevamente aquí para hablar contigo....¿No me esperabas tan pronto o si?, Se que al principio era una broma pero....la verdad es que ya no quiero seguir bromeando...

Lentamente, en un departamento algo hogareño, un joven adulto de cabellera castaña, ojos avellana, apuesto para los estándares humanos y demás, estaba sentado sobre su cama, una botella de alcohol la cual no surtía efecto y finalmente, una pistola en su mano, la poca luz en la habitación, las cortinas cubiertas e incluso otras cosas que evitarían el ruido del arma, ya daban bastantes pistas sobre lo que iba a suceder y el mejor que nadie lo sabía, después de todo esa arma no era suya sino de aquel que fue uno más de sus múltiples errores, un arma que no le pertenecía, un arma que cargaba con el peso de una vida arrebatada, y probablemente se sumaria una más a la cuenta, ya no había mucho por pensar, no había nada más por esperar, había perdido todo lo que le hacía creer en si mismo, su pareja lo abandonó, sus amigos lo repudian sino es que incluso lo aborrecen a morir, o al menos pocos de ellos aún no, toda su vida tuvo altas y bajas, pero mientras el arma comenzaba a subir seguían los pensamientos, ¿Que pasaría con su tía cuando llegara a enterarse?, ¿Con sus pocos amigos llorarían por el?, ¿Que más podía hacer sino acabar con todo?, Y justo cuando estaba el cañón en su cabeza, cerró los ojos, sus sentidos se agudizaron, suspiró profundamente y al final, a punto de jalar el gatillo, el ruido de una gran explosión fue lo que evitó su terrible deceso.

— Ni siquiera en momentos como este, podré liberarme de mi manto....

Murmuraba a la vez que dejaba el arma dentro de su mesa de noche, empezando a caminar hacia su clóset donde encontraría aquel icónico traje, rojo y azul, telarañas alrededor, y una máscara con dos grandes lentes blancos y vacíos, aquel que marcaba su don, y su maldición.

– Vamos a terminar con esto Spiderman.

Vistiéndose tan fluidamente con aquel traje maldito, Peter Benjamín Parker como pez en el agua se movía libremente por las calles de Nueva York, ondeando sus redes con elegancia y maestría, experiencia pura obtenida tras los años, aún así mientras seguía balanceándose escucharía cada vez más cerca las explosiones encontrando rápidamente el causante de las mismas, un hombre con un traje con detalles amarillos, protuberancias en sus antebrazos, nada más y nada menos que Shocker, un clásico de su gran galería de enemigos, por lo cual se paró en una pared cerca de él mientras disparaba rápidamente su telaraña hacia el brazo levantado del villano al notar como iba a atacar un local con personas dentro.

— ¡Araña!, Ya me preguntaba cuando vendrías, es tiempo de darte una paliza para luego aplastarte como el insecto que eres. –

Decía a la vez que disparaba ondas de sus guanteletes, siendo estos esquivados por el trepa muros quien se mantenía callado.

– ¿Que pasa araña?, ¿No habrá chistes tontos?, ¿Juegos de palabras?, ¿Nada?

— No Herman, hoy no habrá nada de eso.

Calmado, casi automático era el tono con el que hablaba, causando ligeras preocupaciones en el villano quien seguía intentando causarle algún daño, pero lamentablemente hoy no pensaba jugar con el, ninguna acrobacia excesiva, ningún movimiento arácnido, solo esquivar de forma precisa, con el mínimo movimiento, el mínimo esfuerzo, cosa que hacía preocupar más y más al villano.

— ¡Di algo maldita sea!

Ya harto de ese juego, se impulsaba velozmente mientras intentaba esquivar los disparos de telaraña siendo casi inútil al recibir varios en el cuerpo lo cual le lastimaba bastante, está vez la potencia con la que disparaba era distinta, lo sabía por el sin fin de hematomas que sabía empezaban a formarse debajo de su traje, y mientras empezaba a acercarse a él, rápidamente intentaría su golpe decisivo siendo este su más grave error.

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