Un encuentro muy "Latveriano"

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Para Spiderman, o mejor dicho para Peter Parker, el despertar sin saber en donde está o que al intentar levantarse un dolor agudo llegué a alguna parte de su cuerpo apenas reacciona, es algo a lo que se acostumbro a lo largo de su vida.

Para una persona normal, preocupante a más no poder.

Pero como superhéroe, era algo de todos los días, por suerte la diferencia de a tantas veces pasadas, es que nadie podría quitarle la mascara, después de todo ya había adaptado todos sus trajes al del basado en el metal simbiotico, por lo que su identidad seguía estando a salvo, una preocupación menos.

O al menos lo fue así, hasta darse cuenta que a su lado estaba el mismísimo Viktor Von Doom sentado en una silla mientras leía tranquilamente un libro.

Por lo que siendo un hombre locuaz, inteligente y sumamente respetable, Spiderman respondería con la mayor expresión de modales existente.

- No mames.
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Se suponía que hoy era un día tranquilo, un día donde podría descansar, un día en el que podría estar con su familia sin preocuparse de nada, y así hubiera sido de no ser por las múltiples señales de sus spiderbots siendo destruidos.

Al principio fueron uno que otro, en intervalos lo suficientemente separados para pensar que tuvieron la desgracia de ser destruidos por alguna casualidad humana, pero a partir del tercer aviso fue cuando la lluvia de advertencias llovió a través de Karen quien no dejaba de avisarle a su creador.

Así mismo, el castaño quien estaba cerrando los últimos tratos con la policía al haber completado el programa de contención, apenas llegó a su oficina en PI no tardo mucho en desaparecer su ropa para entonces salir a relucir el traje simbiotico, empezando a revisar todas las zonas donde sus "hijos" dieron su última señal de vida, llegando incluso a sentirse algo triste por la "muerte" de alguno de ellos ya que habían sido creados con ayuda de su pequeña Val, recordar como la blonda menor sonreía y reía al ver cómo el spiderbot #789 saltaba por todo el laboratorio e incluso jugaban a las escondidas, causó que en cierta manera el arácnido se enojara al pensar en su hija triste.

Por lo que dando un pacto silencioso preferiría guardarse ese dato y mejor recrear al spiderbot para dárselo de mascota a su hija, y quizás también uno para Franklin y Leah, aunque no sabría cómo se lo tomarían los gatos de Felicia esperaba que no hubiera una batalla campal por el cariño de los niños.

Así, mientras se balanceaba, el trepamuros analizaba todas las memorias de los bots destruidos, prefiriendo analizar sus últimos días en concreto, como una especie de pista, después de todo los únicos que fueron destruidos eran a los que poco o prácticamente casi nunca cambiaban de zona para patrullar.

Y siendo su conjetura la acertada, el héroe arácnido tan solo habría suspirado cómo nunca lo había hecho más que en meses atrás, siendo que los responsables de tal fechoría.

No eran ni más ni menos que cierto clan de ninjas loquitos, o mejor conocidos como "La Mano".

Por lo que ya esperando lo que se vendría, al menos preferiría no verse con el insufrible de Luke, desde que supieron sobre el "enamoramiento" de Jessica (Jones) por él en la escuela, ese imbecil no dejaba de ponerse en su papel de "hombre fuerte", y aunque al principio había intentado aligerar las cosas entre los dos, nunca pudo concretar como mínimo una amistad, al menos su amistad con Jessica no cambió ni un poco, aún recordardaba a la linda Danielle, esa bebé juguetona, tal vez debería enviarle algún regalo tal vez para enojar al hombre de "la piel invulnerable" y también para saludar a su vieja amiga.

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