Un comienzo preestablecido

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Cómo ya es costumbre, comenzamos el día en la bella ciudad de Nueva York, desde Manhattan hasta Brooklyn, Queens y Hell's Kitchen, junto con todo lo demás.

Pero por ahora, nos pasamos a las calles, viéndose a la gente ir y venir por dónde quiera, habiendo algo que haría a muchos dar espacio y hasta incluso voltear a ver más de una vez hacia abajo.

¿El por qué?, Pues todo debido a una "mujercita", cabello arreglado junto con un vestido algo suelto, llevando encima una chaqueta negra la cual enmarcaba más la expresión amenazante en la cara de la mujer.

Anna Maria Marconi era en si la descripción exacta de esfuerzo y dedicación, no solo por no dejarse llevar a causa de su condición física, sino que eso era lo que irónicamente engrandecía a toda su persona, y es que mientras ella seguía caminando por las calles, seguía pensativa ante lo que había pasado la noche anterior, no había pasado mucho desde que la habían despedido de Alchemax, ella al igual que otros de su facultad, habían apuntado hacia la empresa que más beneficios les ofreciera, y aunque ciertamente ella había ganado bastante dinero y aún más importante, el reconocimiento a su intelecto, no esperaba que luego de un tiempo fuera despedida sin más a causa de problemas internos en cuanto a los directivos de la empresa.

Sabiendo perfectamente que nada más fue el chivo expiatorio de alguno de esos malditos cerdos corporativos, aún así, eso no la detuvo o al menos no demasiado ya que como dicen algunos, cuando dios cierra una puerta, abre una ventana, y pese a no ser muy religiosa que digamos.

Mientras ella entraba a un restaurante que se veía algo lujoso, siendo llevada por el recepcionista hacia lo que parecía ser la terraza.

Anna vería con algo de nostalgia a Peter Parker, su "ventana", quien al momento en que la vió, le sonrió levemente para después ofrecerle el asiento, algo innecesario pero le daría un punto por la caballería obsoleta del castaño.

- Vaya, vaya, hace tiempo que no nos vemos y lo primero que haces, ¿Es invitarme a una cita?, Sigues haciendo planes extraños por lo que veo Parker.

Decía con gracia la mujer, viendo como él mencionado retomaba su asiento frente a ella, tomando ambos las cartas de menú y ordenando lo que comerían.

- Por favor Anna, tu lo dijiste, hace mucho que no nos vemos, además esto es más una cita de negocios que otra cosa....¿Cómo has estado?

- Ah....no tan bien Peter, te mentiría si dijera que me encuentro sin ningún problema.

- Bueno, cuando había visto las noticias sobre los despidos masivos de Alchemax supuse que habrían tomado medidas desesperadas para no perder credibilidad ante los inversionistas.

- No tienes idea de la razón que tienes Pete, algo bastante raro en ti, ¿Cómo te ha tratado la vida a ti?, Oh, grande y maravilloso doctor Parker.

- Jaja, todo ha estado....bien Anna, tuve bastantes problemas como siempre, la verdad no creí que pudiera sobrellevarlo está vez pero al final pude...seguir adelante.

- Me alegra escucharlo Peter, siempre tuvimos nuestros problemas en la universidad por el infinito número de obstáculos que tenías.

- Si....bueno, creo que al final todo lo que necesitaba era algo más de libertad, en especial después de lo sucedido con Otto.

- Te entiendo Peter, todos tuvimos nuestros...percances después de todo lo que causó Octavius....pero bueno, dijiste que era una cita de negocios, así que, ¿Que tienes en mente?

Preguntaba con curiosidad mientras veía al castaño ofrecerle una carpeta con un logotipo curioso, siendo el símbolo decimal de π lo más relevante, a lo cual empezó a hojear el archivo llevándose una sorpresa enorme.

Una motivación extra Where stories live. Discover now