Pasando el rato

3.3K 295 33
                                    

- Oye papá, ¿Esta bien que me hayas traído aquí?

- Por supuesto, ¿Por qué lo preguntas campeón?

- No lo sé...es solo que se siente raro el haber salido sin estar todo el día rogándole a mi mamá para que me diera permiso.

- Creo que tendré muchas cosas por hablar con Johnny...

Murmuraba para sus adentros mientras volvía a lanzar su anzuelo, acción que fue repetida por el blondo, estando los dos pasando un gran día de padre e hijo, más que nada aprovechando que todas las mujeres de la casa se habían ido para un aparente "día de compras", cosa que no le vio muchos problemas el arácnido ya que, vamos, ¿Realmente te atreverías a coquetear con una mujer hermosa que no solo está en un día con su hija, sino que incluso con el mínimo esfuerzo podría hacerte papilla con la mente?, Peter es científico, pero hasta sin siquiera serlo sabe que las probabilidades no estarían del lado del pobre bastardo que se atreviera a ello.

Queriendo creer que nadie se metería en el camino de Susan, Peter y Franklin habían tenido una gran pesca, habiendo lobina negra, y hasta salmón, de verdad quien quiera que haya aclimatizado el terreno si que se esforzó, ya que según sabía, el salmón solo se lograba pescar cerca de los parques estatales.

Pero dejando de lado todo eso, padre e hijo volvían triunfantes a la casa, cual espartanos regresando de la guerra con la victoria, terminaron por asar los peces en carbón, preparando una parrilla en el jardín de la casa mientras Franklin aprovechaba el rato para estar tomando fotos tanto de cuando fueron al lago como al momento de estar cocinando, para finalmente los dos tomarse una foto juntos mientras hacían el signo de paz, fotografía que sería una más agregada en el álbum personal y especial del héroe arácnido cómo del blondo.

Por otra parte, mientras ellos seguían en lo suyo, a las pocas horas de estar cocinando, cierto auto deportivo habría regresado a la casa, bajando del mismo dos blondas y dos castañas, todo bien hasta ahí de no ser por qué en realidad eran tres blondas...y tres castañas.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
- Entonces campeón, ¿Que te pareció la pesca?

- ¡Fue increíble!, No pensé que los peces fueran tan fuertes bajo el agua aún siendo pequeños.

- Bueno, toma esto como una lección a futuro, a veces las apariencias engañan, por eso nunca debes subestimar ni al que parezca más tonto que se te llegue a cruzar.

- Está bien papá.

Diría con cariño el muchacho quien terminaría por abrazar al castaño, quien aún acostumbrándose a como era llamado terminaría por corresponder el abrazo hasta sentir como se aferraban a sus piernas por lo que al bajar la mirada vería a dos niñas.

- Hey princesas, ¿Cuánto tiempo llevan ahí?

- ¡No sabemos!~

- ¡Aprendimos a movernos tan lento que adquirimos la habilidad de hacernos invisibles!

Respondería Val para luego mostrar como ambas se darían una fritura muy lentamente a la otra, cosa que le sacó una típica gota de sudor a ambos hombres los cuales terminaron por aceptar lo que decían.

- Muy bien mini espías, ¿Dónde están sus madres?

- ¡Mamá está platicando con tus estudiantes!

- ¿Estudiantes?

- ¡Gwen y Anya!

- Y-ya veo....¿Que tal si van a cambiarse para que todos comamos?, Su hermano y yo pescamos mucho.

Una motivación extra Where stories live. Discover now