Capítulo 6

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"Los primeros acercamientos" Segunda parte.





Miranna siguió sin poder dormir, odiaba el insomnio, y más cuando era por el sentido de alerta que los traumas le provocaban. Permaneció en el balcón de su habitación un buen rato, leyendo, pensando. "Trevelyan, ¿en qué te acabas de meter?"

"En nada que no puedas manejar, Miranna"

La nombrada volvió la vista al origen de la voz, alarmada, ahí estaba de nuevo, el ente, pero esta vez en el mundo real, fuera de sus sueños.

"¿Quién eres? Necesito saber" preguntó Miranna, levantándose lentamente de su asiento. "¿Por qué yo he sido elegida para estar con los Hargreeves?"

"Vas a enseñarles muchas lecciones que su universo no tuvo consideración de enseñarles... antes de la fecha límite" La figura ignoró su primer cuestionamiento, ¿fecha límite?

"No estoy segura de poder hacer esto... es una enorme responsabilidad"

"Te he visto enfrentarte a cosas más grandes, niña. Confío en ti para que ellos tomen valor, fuerza y sabiduría para cuando tengan que irse nuevamente"

"¿Irse? Yo no quiero que se vayan" pidió Miranna con sorpresa en la voz. En su plan a largo plazo, ellos nunca se irían, ella no quería volver a estar tan sola otra vez.

"Falta mucho para eso. Pero, querida, tú mejor que nadie debes saber, a base de lo que has leído..." esto último causó que Miranna riera levemente, y le sonriera a la sombra. Ella siempre fue fan de esa serie de Netflix, The Umbrella Academy, había leído fan fictions en redes a raíz de, y era tanto su anhelo de compañía, pero no cualquiera, la de ellos, que incluso ahondó en libros sobre el multiverso, buscando la forma de escapar de todo lo que la atormentaba en su realidad. "Que todos tienen un lugar en el universo y, por mucho que nos gustaría a todos, no pueden permanecer juntos siempre, ellos tienen un propósito aquí también, así como tú lo tienes con ellos, se irán cuando sea momento, nunca antes, me revelaré ante todos cuando estén listos"

Y desapareció nuevamente.

Ella lo haría, los sanaría, y no porque una extraña figura espectral así lo esperara, sino porque ella siempre deseó hacer aquella labor, sanar sus profundas heridas, la vida para ellos ha sido inmensamente injusta, ninguno merecía todo lo que han pasado, sobre todo Cinco, tantos años de soledad, hambre, frío...

Salió de la habitación, escuchó risas, sigilosamente llegó al final de las escaleras y se sentó, contemplando la escena ante ella con ojos de amor. Los Hargreeves se estaban hablando, riendo, conociéndose mejor. Cosa de no creer, no estaban peleando. Ella sonrió, los escuchaba reír y sentía paz en ese sonido, de pronto, alguien posó la mano sobre su hombro, ella volteó y se encontró con esos hermosos ojos verdes que la tenían loca hace 3 años.

"¿Disfrutando el espectáculo? Creí que dormías, disculpa si fuimos muy ruidosos" dijo Cinco en tono atento.

"No dormí, pero no fue por ustedes, al parecer, tengo insomnio, sabrá Dios cuánto iré a pasar sin dormir esta vez" respondió la chica, seria. "¿Todo bien contigo?"

Cinco la miró sorprendido, esperaba que hubiera olvidado lo de anoche. "De maravilla" dijo desviando la mirada "Quiero que hablemos en privado"

"Imaginé que así sería, Cinco. Vamos a mi oficina" le invitó Miranna con cortesía, y de tono transparente en la voz, por alguna razón, Cinco no desconfiaba, y estaba bien, ella no mentía jamás. Pero sentía temor por su familia.

Entraron a la segunda puerta del lado derecho del pasillo, las paredes eran color azul niebla, había un mural con mil fotos, y esta vez, Cinco notó que ella aparecía, junto a más personas, anotó mentalmente preguntar después, pero intuyó serían quienes ella llama "su gente". El escritorio era blanco, había dos sillas frente a este y la de Miranna detrás, una laptop quedó al lado derecho de ella cuando se sentó, del lado izquierdo un par de libretas, pegado a la pared un librero repleto de clásicos y otros títulos que no alcanzaron a llamar la atención de Cinco, fue la mirada curiosa de la castaña lo que lo hizo entrar en materia.

"Esto es demasiado bueno para ser verdad" espetó el ojiverde. "Hay algo más grande detrás de todo esto que no estás diciendo, si nos vas a atacar, deberías hacerlo ya, la incertidumbre no es algo que nos haga reaccionar con cordura, como ya sabrás"

La chica escuchó, atentamente, todas sus sospechas. Este hombre realmente creía que ella les haría daño, estaba por ofenderse, cuando recordó de golpe con quién estaba hablando. Mientras el casi gritaba que sus planes no iban a funcionar, mientras él se dedicaba a amenazarla de muerte si ella llegaba a lastimar de cualquier forma a su familia, la chica se acercaba lentamente, seria, callada, a cada paso que ella daba al frente, invadía al chico de nervios, mismos que se tragaba y continuaba vociferando acerca de lo que pasaba cuando alguien traicionaba a un Hargreeves.

"¡Demonios, di algo, haz algo!" Le gritó finalmente Cinco a la chica, se acercó a paso firme, dispuesto a sacarle la información que él creía necesitar de la boca así fuera a golpes "¡Maldita sea, vas a decirme qué..."

El tiempo se detuvo para Cinco, ella lo estaba abrazando, y se sentía muy diferente, para empezar, ¿cuándo él había recibido un abrazo? Él no entendía nada, ni lo que estaba pasando, ni la sensación que tenía en el cuerpo, pero le correspondió el abrazo, sintiendo una ola de nervios, escalofríos, ansiedad, desesperación, y después, paz, seguridad.

"Sé que tienes miedo por ti, por ellos, por todo lo desconocido, pero estamos en la misma situación, Cinco, yo bien pude haber sido alguien que no supiera quiénes son ustedes, pude lastimarlos en el momento que estuvieron en mi puerta, pude alejarlos de mí, cerrarles la puerta en la cara" ella lo dejó ir, fue al librero y tomó algunos libros en sus manos. "Este de aquí" le tendió un libro rojo que tenía la leyenda Treasure and dreams en la portada "Es un álbum de fotos y recortes que he ido haciendo desde que descubrí la serie sobre sus vidas" Cinco hojeaba el álbum, fotos de sus versiones de esta realidad entre cámaras, tráilers, lugares al azar, artículos de periódicos, un sinfin de recortes de ellos, alfombras negras, rojas...

"Cinco, yo..." comenzó Miranna con dificultad mientras ponía frente al joven, uno a uno, los libros acerca del multiverso, cambios de realidad y demás "Yo siempre fui muy solitaria contra mi voluntad, he rogado hasta el cansancio por amor, por atención, y ni siquiera de más, ¿sabes? solo lo básico, dejé de hacerlo cuando encontré esa serie, y si, ya sé que sueno como una loca, pero era tanto mi anhelo que intentaba desaparecer, no solo de esta casa, de esta ciudad, sino de esta realidad"

Le había contado el secreto más profundo de su vida...

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Hello!! ¿Qué les pareció este capítulo? Trato de actualizar lo más bonito y seguido que puedo. Tengan un hermoso domingo, les amo!

- Mar 🌊

El Derecho a Vivir (Five Hargreeves)Where stories live. Discover now