Capítulo 7

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"Los primeros acercamientos" Tercera parte.

Los demás Hargreeves escuchaban la conversación al pie de las escaleras, subieron en cuanto escucharon que Cinco levantó el tono de voz, pensando que la lastimaría sin remordimiento. Al llegar, vieron la forma en que ella logró contener su desesperación, nadie lo entendía, y escuchando cada palabra después de lo que vieron, sintieron cómo se les encogía el corazón. 

El ente no mentía, ella realmente estaba muy sola, a pesar de que parecía ser vista por muchas personas, había mucho que descubrir, que aprender. Ella los notó en la puerta, y continuó.

"Esta situación me sobre pasa tanto como a ustedes, estamos frente a lo desconocido, con enormes responsabilidades entre nosotros por delante..." suspiró con sentimientos encontrados. "Pero quiero que sepan que, como todos, tengo un carácter que a veces es muy pesado, muy cerrado, muy orgulloso, y ni siquiera eso, jamás, sin importar qué tan enojada esté, ni que hayan hecho, quiero siempre la verdad de su parte, porque bajo ninguna circunstancia les haría daño, y todo lo que me den, será recíproco"

"Eso puede ser un arma de doble filo" respondió Víktor, había estado muy callado frente a ella. 

"Depende de ustedes, la verdad" 

~

A la mañana siguiente, Diego despertó de golpe, sin saber por qué, escuchó movimiento en la cocina, estando ahí, pudo ver a Miranna, llevaba tenis blancos, pantalón negro, sudadera azul y el cabello recogido. Desayunaba, al mismo tiempo que tomaba café, guardaba cosas en su mochila y abría el refrigerador con gesto pensativo.

"¿Qué haces, niña?" preguntó un Diego somnoliento todavía.

"Buenos días, Diego. Perdóname si te desperté, estoy preparándome para irme y viendo qué dejarles de..." 

"Somos capaces de preparar el desayuno..." se acordó de Luther y Klaus "Bueno, al menos yo puedo hacerlo, si no te molesta que invada la cocina"

"Para nada, ahora esta también es tu casa" le sonrió alegre.

"No es normal que estés sonriendo así a las 6 de la mañana, siéntate por amor a Dios a desayunar tranquila, yo empezaré con lo demás" ordenó con fraternidad.

Miranna se limitó a sonreír y a sentarse. Hablaban de cómo sería el día de la chica hoy, un lunes lluvioso y algo frío. Ella iría a trabajar, a estudiar y regresaría por la noche. Acordaron que: 

- Diego cocinaría el desayuno y la comida, entre todos, la cena. 

- Lila ordenaría las habitaciones, excepto la de Miranna y la de Cinco (quien odiaba que invadieran su espacio, sobre todo Lila)

- Klaus barrería. (algo que no pudiera convertir en un desastre)

- Ben le ayudaría a trapear y a acomodar los cuadros.

- Luther movería los muebles que hicieran falta para limpiar por debajo de ellos y haría cosas pesadas cuando se requiriera. Entré él y Diego repararían cosas.

- Víktor pondría flores en cada florero de la casa, lavaría los platos y utencilios del desayuno y la comida. 

- Cinco ordenaría su habitación y aspiraría las alfombras de la casa y, a partir de mañana, esperaría a Miranna a una calle de la escuela.

- El jardín trasero lo arreglarían los fines de semana entre todos. 

Miranna salió alrededor de las 7:30, por primera vez en sus pesadas semanas, algo más relajada. Soltó una pequeña risa, ¿quién lo diría? 

El Derecho a Vivir (Five Hargreeves)Where stories live. Discover now