Love, The Fake Love. ②

capítulo tres

Liam

" D  e  m  o  n  i  o "

Decía en el mensaje que le había enviado a Kal hacia segundos atrás ¿Por qué, tenía la intuición de que ella tenía todo que ver en el asunto? Quería explicaciones, aunque ahora lo que realmente quería era descansar y olvidarme de la patética situación que había vivido. Bueno, era vergonzoso porque no me esperaba encontrarme con Clara en lo absoluto tan repentinamente.  Sobre todo, porque yo siempre fui demasiado bueno evitando a las personas.

Luego de estar cinco minutos sobre mi escritorio, pasando mis manos por mi cabello como si realmente tuviera intención de despeinarlo,  paré cuando escuche la puerta y mi pequeña  amiga entró con una sonrisita traviesa. 

—¿Me invocabas? —se burló, y tomó asiento donde siempre. Le di una mirada en blanco. —Liam, yo realmente estoy decepcionada de ti. — ¿Y de mi por qué? Al parecer, mi confusión fue notoria porque continuó  hablando sin darme oportunidad de réplica.— Te comportas como un bebé por una chica que ni siquiera fue tu novia, que decepción.

—No me comporto como un bebé.

—Estás encerrado en tu oficina. 

—Pero así estoy siempre...

—¡Eres imposible! —Gruñó, molesta y me observó  fijamente  mientras esperaba alguna reacción de mi parte, sin embargo no tuvo ninguna. —Ags,  eres muy molesto. De verdad, por suerte yo me di cuenta de lo que va  a pasar. —Se aclaró la garganta, y continuó: —Si tu no haces nada, alguien más conquistará el corazón de esa chica, me doy cuenta de que en realidad tienes sentimientos por ella ¡Solo mírate! Actuando como un llorón.

—Tampoco me hables así. —Proteste, girando mis ojos. —Ahora soy un hombre de negocios, Kal. Solamente tengo enfoque para mi trabajo, ella puede hacer con su vida lo que le de gana. 

—Un hombre de negocios, no me digas. —La mucosa volvió a burlarse. —Si tan hombre eres, como tu dices. Pues entonces ve y pon los huevos sobre la mesa como lo hiciste desde que te conozco, estos últimos días estuviste demasiado distraído. Pero todos conocemos la verdadera razón ¿Podrías de una jodida vez seguir siendo el jefe rudo que todos conocemos y odiamos? Antes de que llore de cringe, gracias.

—Lo haré encantado.

Kala me dedica otra sonrisa más honesta antes de irse dando un portazo, y ya no puedo regañarla por hacer eso.  Aún así, la mocosa tenía razón sobre que había estado muy distraído estos días. Me había perdido, en cierta forma.  Pero necesitaba un balde de agua fría para volver a la normalidad y darme cuenta de lo estupido que estaba haciendo. El antiguo Liam, se escapa de las personas pero Liam más maduro, se enfrentaba a ellas y discutía si tenía que hacerlo. 

Tenía que remediarlo, entonces tomé la carpeta con lista de actividades para hoy. Me observé al espejo para acomodarme aquel aspecto desaliñado  y salí de mi oficina como si eso era todo lo que tenía que hacer desde un principio. Era tarde ya para decir que la primera vez fue broma y que me tomen en serio ahora, pero a estas alturas no tenía que dar explicaciones. 

—Jefe ¿A dónde tan serio? —Levante mi vista para encontrarme con Vico, quien pude notar: no venía de una sesión de fotos.

—A trabajar, no quiero saber dónde estabas tú. —su sonrisa, confirma todo. —Respeta el lugar de trabajo, Morgan. Para hacer tus cosas sucias puedes ir a otro lado.