𝐍𝐢𝐧̃𝐚 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚| Norman

〖𝟐𝟏〗

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La joven demonio estaba quieta, escuchando como ahora su enemigo pedía una charla con ella, lo miró incrédula, sabía muy bien que debajo de ese rostro dulce que esconde la persona que querría matar a todos los de su raza. Dentro de ella entró un sentimiento, quizás era la forma de hablar con él y cambiar su punto de vista, pero ella no era Emma, no iba a cambiar el mundo solo decorándolo con palabras y falsas esperanzas, incluso si así fuera, ¿sería lo correcto?, justo ahora pensaba que estaba bien que todos murieran, que ella muriera, pero una parte le gritaba que ella debía buscar su libertad, enfrentándose con quien sea.

T/N solo quería ser libre, algo que ellos no entienden.

— Charlar dices, ¿Acaso es alguna clase de plan?—cuestionaste.

—Para nada—responde él—. Solo tengo curiosidad por los de tu raza, sobre ti.

—¿Sobre mí? ¿Qué te puede interesar sobre mí? ¿Mi sangre?—preguntaste frunciendo el ceño.

—No, hablo de qué... ¿Por qué salvaste a mis hermanos?

—¿Por qué no lo haría?—suspiraste—. Son tan amables, reconozco que ellos me vieron como una amenaza al principio, no los culpo, siempre fuimos los "malos", pero aun así sabía que eran los que cambiarían el rumbo de todo, harían que este sistema se rompiera, ya no quería saber cuántos niños ganado eran comida—sonreíste—. Al principio no me interesaba la vida humana, pero ellos me dieron el significado de una familia, algo que nunca entendí.

—Tu familia... ¿Dónde está?

—... No tengo...

Ante eso Norman se sintió apenado por eso, preguntándose a sí mismo, ¿cuál era tu historia?, sin siquiera saber el porqué su interés en ti, quizás solo quería información, una conexión con los demás demonios, tu origen, pero quizás solo tenía curiosidad por otra cosa.

— La única familia que tengo es esta—miraste el collar colgando en tu cuello—. Mi verdadera familia...no sé...no sé sobre ellos.

—¿Nunca comiste carne humana?—te preguntó.

—Dime, si te digo que si, no te sorprenderías, ¿verdad?—él asintió—. Pero lo que te sorprendería es saber que solo fueron soldados de Peter Ratri.

—¿Conoces sobre él?

—¿Es un cuestionario esto?—cuestionaste.

—Perdona, solo hay cosas que aún no entiendo—suspiró tapando su rostro.

—Norman, ¿siempre fuiste así?, te arriesgas por todo, llevando una carga sobre tus hombros, haciendo todo tú solo—él te miro—. Ellos me contaron tu "sacrificio", repites la historia una vez más, estás cansado de esto, no es lo correcto para ti.

—Puede que tengas razón, pero lo hago por mi familia, por Emma...—lo interrumpiste.

—... Emma... ¿La amas verdad?—dijiste con pesar.

—Justo ahora no lo sé, antes solo velaba para verla feliz, pero la situación es distinta, ahora—se sentó frente a ti—. Ya no somos los niños que solíamos ser, ahora vivimos en un mundo sumido en el peligro, los sentimientos pueden esperar.

—Escucha Norman, no eres el único que se ha sacrificado por todos, Emma también lo ha hecho, Ray, esos dos adultos, tú e incluso yo, pero aunque ningún sacrificio sea en vano, no lograremos nada si solo cargamos con todo solos—trataste de tomar su hombro, pero las cadenas no te dejaron.

—¿Por qué tratas de apoyarme cuando eres mi enemiga ahora? ¿Quieres cambiar mis planes acaso?—mencionó serio.

—No, solo pensé que... Fuera de todo esto eres humano, no un dios que va a seguir, quien muere o vive, yo solo seré tu arma de doble filo para tu victoria.