DOMINACIÓN Y SUMISIÓN. ➸yoonmin

Capítulo 12

La mirada del rubio se encontró con la de Yoongi mientras la polla salía repentinamente de su boca y Yoongi deslizaba la silla hacia atrás y lo miraba fijamente. Jimin tragó grueso. ¡Oh, mierda! Estaba en muchos problemas. Intentó salir de esta. Le sonrió a Yoongi y se encogió de hombros.

Sus ojos bien abiertos cuando otra cabeza apareció por el borde del escritorio y un par de ojos negros lo miraban fijamente.

—Hola, Jimin. ¿Has tenido buen momento ahí abajo? —preguntó Taehyung divertido.

—Y-Yo estaba... —Jimin murmuró.

Taehyung giró la cabeza y vio el pene desnudo de su amigo.

—Sí, apuesto que tú estabas —se rió. Levantó la vista hacia Yoongi—. ¿Es bueno?

Yoongi se rió. Jimin sentía su cara arder mientras le sonreía.

—Es muy bueno.

—¿Compartes? —preguntó Taehyung. Jimin vio la cabeza del pelirrojo desaparecer del borde del escritorio. Dejó salir una respiración de alivio.

Yoongi negó con la cabeza.

—No, le prometí a Jimin no compartirlo. Además, si lo tuvieras no serías capaz de renunciar a él y entonces tendría que matarte.

—Entonces es realmente bueno —Taehyung se rió—. ¿Cómo toma la disciplina?

Jimin no estaba seguro cómo se sentía acerca de que los dos hombres hablaran de él como si no estuviera ahí. Desconcertado. Seguramente. Quería decir algo, pero ya estaba en suficientes problemas como estaba. Solo tenía que hablar con Yoongi de eso después.

—Bueno… —colocó su polla de regreso dentro de sus pantalones y subió el cierre—. Nosotros hemos aprendido que las nalgadas no funcionan. Eso solo lo enciende más. Usualmente, solo no dejo que se corra por un momento.

—Increíble... —dijo Taehyung. A Jimin no le gustaba ese tono de voz. Sonaba demasiado interesado—. ¿Puedo ver?

—Tae... —Yoongi comenzó.

—Me lo debes, Yoongi.

—No a expensas de Jimin, no lo haré. —dijo secamente.

Las cejas del rubio se elevaron. Él lo estaba defendiendo. Qué maravilloso era eso. Yoongi le había prometido que nunca lo humillaría ni lo compartiría y aquí estaba evitando que alguna de esas cosas sucediera, incluso con su buen amigo… o ex amante.

Jimin tiró de la pierna de Yoongi para llamar su atención. Cuando se encontró con su mirada, se encogió de hombros. Las cejas de Yoongi se elevaron. Obviamente la indiferencia de él acerca de la situación lo sorprendió. Jimin sonrió.

—Bien, él ha sido muy malo —dijo Yoongi. Sus labios tensos como si tratara de suprimir una sonrisa— y me desobedeció justo ahora en mi cara. Quizás un pequeño castigo esté indicado.

—¿En serio? —Taehyung preguntó.

Jimin podía oír la emoción en la voz de Taehyung. Eso combinaba con la emoción en la expresión de Yoongi. Se preguntaba qué tipo de castigo le podría aplicar.

—Ven aquí, Jimin. —la voz del pelinegro era seria, el tono justo que reservaba para cuando hacía algo mal. Eso fue suficiente para lograr que saliera de debajo del escritorio.

—Jimin, ¿te molesta si Taehyung permanece en el cuarto mientras te aplico tu castigo? —preguntó mirándolo fijamente a los ojos, haciendo que el rubio lo amara incluso más.

Jimin se quedó sin palabras.

—Tú debes de ser castigado hasta que yo sienta que has aprendido la lección. ¿Recuerdas eso? —volvió a preguntar.