DOMINACIÓN Y SUMISIÓN. ➸yoonmin

Capítulo 13

Las manos de Jimin temblaban de la emoción. Vagaba alrededor del apartamento, arreglando y volviendo a arreglar los cojines en el sofá, encendiendo las velas, ajustando el mantel. Jungkook iría a cenar. Taehyung también estaría. Él quería que todo estuviera perfecto cuando los presentara.

No estaba seguro de cómo su amigo podría reaccionar al estilo de vida de Taehyung, pero Jungkook tenía los mismos deseos que él, quizás incluso más. Jimin estaba muy seguro de que a Jungkook podría gustarle mucho Taehyung. Y estaba seguro que a Taehyung podría gustarle su amigo.

—¿Bebé, cuántas veces vas a limpiar esa maldita mesa? —Yoongi dijo mientras entraba a la sala—. Vas a terminar quitándole la pintura.

Jimin giró los ojos. Yoongi envolvió sus brazos alrededor de él y suspiró. Apoyó su cuerpo contra el suyo, inclinando la cabeza para un rápido beso.

—Solo quiero que las cosas estén perfectas —dijo un momento después—. Es la primera vez desde que me mudé que tendremos invitados a cenar.

—Jimin, todo está bien. Además, una vez que Taehyung conozca a Jungkook no creo que les importe cómo se vea el apartamento —se rió—. Creo que va a estar muy ocupado viendo cada movimiento de tu amigo. Es una cosita linda.

—¡Hey! No pienses en mí amigo en términos sexuales —le dijo girándose en sus brazos—. Soy el único del que puedes pensar de esa forma.

—No te preocupes, bebé. Jungkook no me interesa en lo más mínimo —bajó la cabeza y frotó su nariz contra la del rubio—. Solo tengo ojos para ti.

—Es lo mejor —Jimin se rió—, porque si no lo haces, tendrías...

El sonido del timbre interrumpió el resto de las palabras de Jimin. Este dejó su cabeza caer contra el pecho de Yoongi. Tomó una profunda respiración, amaba el aroma que se arremolinaba alrededor de él... Hombre, jabón y deseo. ¡Yummy!

El timbre sonó de nuevo. Jimin liberó a su pareja con un gruñido y fue a abrir. Abrió la puerta, sonriendo cuando vio a Taehyung parado ahí.

—Hey, Taehyung, entra.

—Hola, Jimin. Espero no haber llegado demasiado temprano. —dijo él. Entrando al apartamento y dándole su chaqueta a Jimin.

—Oh, no. Jungkook aún no ha llegado —contestó Jimin. Cerró la puerta y colgó la chaqueta de Taehyung en el armario—, lo más probable es que llegue tarde. No creo que él llegue a tiempo a ningún lado.

—Eso no es un incentivo, Jimin —Taehyung amonestó—. Llegar siempre tarde es solo malos modales.

—¿Y? Si te relacionas con Jungkook de la manera que creo que puedes, estoy seguro que podrás entrenarlo para que no lo haga.

Taehyung levantó una ceja. Jimin le dio una nerviosa mirada, pero se forzó a mantener la calma. La única persona a la que tenía que responder así era a Yoongi. Taehyung no era su dueño.

Se encogió de hombros.

—¿Puedo ofrecerte algo de beber?

Taehyung sonrió.

—Sí. Un té sería maravilloso, Jimin.

—¿Té? —preguntó sorprendido—. ¿En serio? ¿bebes té? —podría imaginarlo bebiendo whiskey.

—No bebo alcohol. Uno tiende a perder el control cuando el alcohol está involucrado.

—Oh —replicó—. Supongo que eso tiene sentido. Bien, entonces té. ¿Algún sabor en particular?

—Earl Grey. Si tienes, por favor.

Jimin asintió y fue a la cocina. Taehyung era tan cortés. Seguro que eso iba a chocar contra su amigo. Oh, Jungkook podría ser cortés cuando era necesario, pero usualmente solo dejaba que por su boca saliera cualquier cosa que pasaba por su cabeza. Y eso podría chocar contra Taehyung.