𝕸𝖎 𝖖𝖚𝖊𝖗𝖎𝖉𝖆 𝕸𝖆𝖛𝖎𝖘

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Notes:

Este episodio contiene referencias de asesinatos y depresión.



— Así es, soy la hija de Drácula. Todos se asustan al saber eso —

Era lo que Mavis siempre decía en el momento en el que un conocido se percataba de quién era, eso siempre se tardaba de saber o era algo instantáneo. Algunos huían despavoridos, gritaban, se enojaron e incluso unos le reclamaban. Los buenos eran los que se quedaban a pesar del terror que le causaba su padre.

Sus reacciones no eran exageradas, según Mavis. Pues ella lo conocía muy bien, después de todo era la única figura parental que la crio y estuvo allí para ella. A veces era aterrador, pues en algunas ocasiones su actitud agresiva lo hacía explotar de una forma demoníaca que asustaba a todo el mundo.


No tenía control emocional, a veces explotaba contra cualquier error en su hotel, era un hombre muy perfeccionista y sobreprotector.

Algunas veces Mavis naturalmente chocaba con alguien o discutía por alguna razón, la presencia oscura de su padre detrás de ella bastaba para que todo se frenará, la protegía tanto que llegaba a la sobreprotección.

Era un hombre oscuro y conocido por sus costumbres asesinas. Se sabía que algunas veces al mes se ordenaba a los zombis, brujas o cualquier criatura bajo sus órdenes para traer un humano para que saciará el hambre de él y su hija, además de satisfacer los placeres carnales de Drácula. Pero aquello era admirado por los demás monstruos, los cuales ya eran muy pocos en el mundo y odiaban con gran fuerza a los humanos.

La época que volvió a los humanos unos cazadores sanguinarios y crueles casi provoca la extinción de la mayoría de las especies. Mavis era consciente de que ella, el abuelo y su padre eran los últimos en el mundo. Aquello era aterrador. Los monstruos dejaron de cazar humanos y prosiguieron con animales para lograr esconderse.

Es por ello que el hotel era un paraíso. No solamente se trataba de un lugar donde podían refugiarse un tiempo de la humanidad, también les generaba placer saber que allí aún se hacían las viejas costumbres, no les importaba que Drácula tuviese sexo con ellos, pues después procedía a asesinarlos, no había preocupaciones de que algún humano caminase por el hotel a salvo.

El hotel tenía una gran tradición desde la apertura, está solamente era una vez al año y se celebraba en el cumpleaños de Mavis. Los monstruos contratados por Drácula iban a diferentes partes del mundo a adquirir humanos para después llevarlos al hotel. Normalmente esto se hacía meses antes, justo antes de que los monstruos vacacionales llegarán en multitud en la temporada alta, días antes del cumpleaños de Mavis, día dónde se hacía está festividad.

Todos los humanos son encerrados en el calabozo, los cuales serían utilizados e hipnotizados por Drácula para que siguieran órdenes a voluntad. Harían obras de teatro tétricas, dónde relatarían las masacres que ellos cometieron contra sus especies. Una obra maestra para los monstruos, pues el final siempre era exquisito, podrían finalizar con un buffet de los humanos utilizados. Era una forma de recordar la historia y el pasado, al finalizar, estos mismos humanos serían servidos como parte de un final feliz pero vengativo contra personas que no tenían la culpa del pasado, aunque eso no les importaba.

El buffet de humanos recién exhibidos anteriormente con vida era un completo éxito, debido a que los demás monstruos habían dejado de consumir humanos por asuntos de seguridad, era un momento exquisito.

A Mavis le encantaba, al haber escuchado toda la historia y saber de donde era su origen, también repudia a los humanos, un poco más que Drácula, ella solo tenía contacto con ellos mediante su sangre, nada más.

Entre Lujuria y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora