𝔇𝔢𝔰𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞𝔠𝔦ó𝔫 𝔥𝔲𝔪𝔢𝔞𝔫𝔱𝔢

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Notes:

Este capítulo contiene sangre, tortura, cercenamiento, destrozos de cuerpos, asesinato y mucha desesperación y sufrimiento.

Los TQM



Drácula atendió los asuntos pendientes que habían surgido en su ausencia, entre estos estaba asegurarse de que todos los humanos siguieran a su orden.

Organizó los últimos asuntos pendientes del festival para asegurarse de que la escenografía y el salón estuviesen en buen estado.

Todo el tiempo, Mavis estuvo allí para aprender en la marcha, después de todo era la heredera.

Siguieron a la cocina para revisar que los platillos de carne humana estuviesen tal y como él había organizado el menú.

Quasimodo fue cordial y más complaciente, más de lo normal. Aquello no le molestó a Drácula, pues a veces este se comportaba así.

No le prestó atención en el momento que ellos salieron de la cocina y Quasimodo desapareció con gran rapidez después de dedicarle a Drácula un mirada fría.

Finalmente, al atender todos los pendientes, Mavis y Drácula prosiguieron a elegir su desayuno.

Drácula moría de hambre, llevaba dos días con apenas haber conseguido un poco de sangre.

Mandaron llamar a Vladimir, pero este se negó a bajar. Drácula y Mavis no se sorprendieron, después de todo siempre los rechazaba.

Habían pasado tantas horas desde que Drácula se dispuso a solucionar los problemas que el sol ya se había ocultado por completo.

Fue cuando pensó en Jonathan, así que se apresuró a comer y se levantó para darle un beso en la mejilla a Mavis.

— Feliz cumpleaños, Mavis. Al finalizar el día recibirás el regalo de mamá —, le dijo con dulzura.

— Gracias, papá —

— Tengo que atender otros asuntos, renacuajo —, le comentó con una gran sonrisa.

Mavis dejó escapar una sonrisa cómplice, observando a su padre con una ceja arqueada.

— Irás con Jonathan, ¿No es así? —, preguntó.

— En efecto, tengo que llevarle de comer —, comentó orgulloso.

— Pensé que asistiría a nuestro desayuno, ya que siempre están juntos —

— Solo... Se desveló un poco, por ello lo deje descansar —

— oh... ¿De verdad?, Pensé que no serías capaz de andar por allí sin tu pareja —

Drácula se elevó al dejar escapar una risilla, se cruzó de brazos y observó a su hija con una gigantesca sonrisa orgullosa y cómplice en su rostro.

— Jonathan me comentó sobre tu malentendido —

— Entonces ustedes dos... —

— Es mi amante, no mi pareja —, respondió orgulloso para darle la espalda y comenzar a dirigirse a la puerta de salida.

Mavis lo observó con algo de sorpresa, entonces dejó escapar una risa nasal, le causaba cierta tranquilidad percatarse de lo relajado y feliz que parecía su padre.

Siempre deseó verlo feliz y sonriente. Fue notable el cambió en su actitud y aura, le alegraba que aquello estuviera sucediendo.

Se quedó sola, finalizando su comida, percatándose de que era la primera vez que su padre la dejaba tanto tiempo sola... Y no le molestaba en absoluto.

Entre Lujuria y SangreWhere stories live. Discover now