V. Mucho sake significa descontrol

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Reo y Nagi estaban en su habitación besándose con tranquilidad. Pero eso no quitaba el hecho de que estuvieran en una posición comprometedora. Nagi estaba sobre Reo, el cual estaba recostado sobre su cama. Después, tomaron aire y se quedaron viendo. Reo tomó el rostro de su novio y lo acercó hacia él para volver a besarlo. De esta manera, la sesión de besos continuó y Nagi no opuso resistencia alguna. Es más, estaba levantándole la polera veraniega que usaba Reo en ese momento para así poder acariciar su pecho desnudo, ante lo cual, éste se sonrojó por el acto.

—Sí y como te estaba diciendo... —dijo Bachira abriendo la puerta, pero aun mirando hacia su novio.

—Oh, lo lamento ¿interrumpimos algo? —dijo Isagi, que entró primero que Bachira.

Nagi y Reo se separaron de golpe y miraron hacia otro lado sonrojados de forma salvaje.

—Sí, interrumpieron algo, idiotas —dijo Reo molesto cruzándose de brazos ya sentado en la cama.

Bachira e Isagi no dijeron más y se fueron a duchar. Luego, se vistieron con ropas sencillas y veraniegas, y salieron a merendar algo, pues tenían hambre. Así, los tórtolos se quedaron mirando con una sonrisa ladina. Se notaba que ambos querían continuar en lo suyo, por lo mismo, la sesión de besos continuó.

Ya había llegado la tarde noche en un abrir y cerrar de ojos. Isagi y Bachira estaban en el comedor cuando se dieron cuenta que Kunigami y Chigiri se sentaron junto a ellos, usando ropas ligeras, con unas botellas de sake. Ante lo cual, la primera pareja se quedó mirando por el simple hecho de que tuvieran varias botellas de sake en sus manos.

—¿Quieren? —dijo Kunigami ofreciéndoles el brebaje sirviéndoles en unos vasos que estaban sobre la mesa.

Ellos accedieron y tomaron un par de sorbos. El alcohol recorría sus venas y solo en ese momento de sus vidas se darían cuenta sobre su tolerancia al alcohol. Isagi bebía con moderación al igual que Bachira, pero no Chigiri, no. Él bebía vasos y vasos.

—No bebas tanto, Chigiri —dijo Kunigami.

—No seas aguafiestas —dijo Chigiri bebiendo otro sorbo a modo de respuesta.

—Sí, deja que la princesa beba todo lo que quiera beber —Nagi se sentó en una de las sillas disponibles de la mesa.

Reo se mantuvo al margen, pero se sentó al frente de Nagi, y como la mesa era de seis. No había espacio para nadie más. Entonces, siguieron bebiendo y le compartieron a Nagi y a Reo sake y ellos aceptaron gustosos. Reo era el que más bebía y Nagi bebió con moderación.

—Chicos... ¿y si jugamos verdad o reto? —dijo Kunigami, que a pesar de haber ingerido varios vasos de sake, seguía estando sobrio.

Todos accedieron al juego y no se hicieron de rogar, de verdad, querían jugar a ese atrevido juego. Entonces lo hicieron. Agarraron una botella de sake vacía, la giraron y a quien apuntó la boquilla de la botella fue nada más y nada menos que a Isagi.

—¿Verdad o reto? —dijo Kunigami que se encontraba frente a él.

Y justo iba pasando Rin por su mesa para ir a quien sabe dónde, pero se detuvo al escuchar que le tocaba a Isagi decidir entre verdad o reto. Hizo como si miraba su celular, pero en realidad estaba pendiente de la respuesta.

—Ve... —Isagi tuvo la sensación de que alguien lo veía de manera intensísima, y esa persona era Chigiri, por lo que recordó su charla anterior con él y estaba seguro de que le haría confesar sobre qué era con Bachira—. Reto.

—Tu reto es que abraces a la persona que más quieras superar en el fútbol —dijo Chigiri.

—Pero que coincidencia —dijo Nagi—. Rin justo está parado ahí.

Unas paradisíacas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora