VII. Noches de pasión

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Advertencia: Contenido +18 y si no te gusta el Isagi top y Bachira bottom, sugiero que no leas este capítulo. 

Se podía ver con claridad. Dicho elemento identificado estaba cayendo hacia el lugar en donde se encontraban. Las parejas se abrazaron, porque qué mejor manera de morir que morir en los brazos de tu ser amado con pasión y locura. A medida que el meteorito se acercaba, comenzó a elevarse más y más la temperatura ambiental. Cuando éste estaba a tan solo un par de kilómetros de la playa, los muchachos aceptaron su destino como tal cerraron sus ojos y sintieron el impacto. El impacto del meteorito que cayó a mitad del mar. Sabían que debido a que cayó allí, la marea sufriría de cambios considerables. Así que, los futbolistas se alertaron y quizás esperando lo peor, entraron de nuevo a la mansión. Desde la ventana de la habitación principal que daban la vista al mar, Isagi y Bachira pudieron observar los estragos que había causado la roca estelar en el mar. Podría haber un tsunami provocado por la inserción del meteorito y ellos lo sabían bien. Sin embargo, no podían controlar lo que sucediese con la madre naturaleza, así que decidieron volver a sus habitaciones. En el camino, ambos se detuvieron, ellos podían apostar que algún pensamiento sincronizado hubo por ahí. Porque, tanto Bachira e Isagi se quedaron mirando con una miradita pícara. Se sonreían de forma ladina y ellos ya sabían que iban a hacer en ese momento. Y no, volver a su habitación a dormir, no estaba dentro de sus planes.

Isagi guio a su pareja hacia la habitación que estaba desalojada y tal como habían escuchado, ésta se encontraba en perfectas condiciones. Era muy similar a la habitación que ellos tenían, pero esta tenía una vista panorámica, pues era la habitación con más altura. Isagi dejó que Bachira entrara primero a la habitación, y él ingresó después. Aseguró la puerta con pestillo y atrapó a un Bachira indefenso que se encontraba viendo el asombroso paisaje. El de cabellos bicolor se dio la vuelta en su propio eje para quedar de frente con su novio. Ambos, se sonrieron y a pesar de que estaban nerviosos porque sabían lo que iba a ocurrir en esa ocasión, acordaron por telepatía que se dejarían llevar. Sí, porque dejarse llevar por la pasión desbordante que sentían les haría perder el nerviosismo. Lo sabían.

Bachira tomó la iniciativa esta vez y posó sus manos detrás del cuello de su novio para así robarle un beso. Ese beso al principio partió lento y dulce, como los que siempre se daban, pero Isagi quiso aventurarse más y conocer todos los rincones habidos y por haber de la boca de Bachira. Así que profundizó el beso metiendo su lengua y a su vez, el agarre que tenía en su cintura. Lo anterior dejó perplejo a Bachira produciendo así que se cortara el beso.

—¿Qué pasó? —dijo Isagi con la respiración agitada.

—Me sorprendiste —dijo Bachira sonrojado—. Sigamos.

Isagi se apoderó de sus labios para poder besarlo con fogosidad y Bachira esta vez sí pudo seguirle el ritmo. Así mismo, Isagi comenzó a caminar mientras seguían con la sesión de besos haciendo así que Bachira tuviera que retroceder y por cosas de la vida se tropezó con la cama y cayó de espaldas sobre ésta mientras veía como Isagi se quitaba la ropa superior y quedaba a torso desnudo. Acto seguido, Isagi se posicionó sobre Bachira para continuar con el juego previo. Bachira comenzó a tocar el cuerpo desnudo de su novio, porque tenía que. El peliazul le estaba dejando marcas de beso por todo el cuello y levantó la polera de su novio para poder quitársela, hecho lo anterior. Dejó más marcas de besos a lo largo del cuerpo contrario porque de esta manera demostraba a quien quiera que viera a Bachira con otros ojos que éste tenía dueño, y no era nada más ni nadie menos que Yoichi Isagi. Bachira exhalaba por las deliciosas sensaciones desconocidas, hasta ese momento, que le generaba todos los toques de Isagi. Cuando el ambiente comenzó a tornarse más candente y las prendas inferiores empezaban a estorbar, ambos se desprendieron de las ropas y quedaron desnudos. Isagi, de manera juguetona, comenzó a tocar el miembro de su novio con su mano, generando así un sinfín de emociones en Bachira. Sin embargo, éste quería hacer más que eso con Isagi.

Unas paradisíacas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora