XVII. Un poco más de amor

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Isagi y Bachira se vieron a los ojos. Culpabilidad y melancolía estaban en juego. Isagi quería invadir su espacio físico, pero tenía miedo de que Bachira lo rechazase, pues, presumió que lo anterior dolería como una herida causada por un puñal directo al corazón. Así que se mantuvo al margen, sabía que en un momento así acariciarle la mejilla, el brazo o su hombro sería un error, pero sí que moría por hacerlo, cielos. Y todo porque Bachira lo miraba de esa manera, con una tristeza inconmesurable y un rastro de llanto inborrable por el momento. Sus ojos no brillaban como de costumbre, más bien, lucían desprovistos de carisma alguna.


Bachira por su lado, quería explicaciones y las quería ahora ya. Esa mirada que poseía Isagi sólo podía significar una cosa. Que él o se sentía mal por la situación, o que quería terminar con él. Sólo esperaba que no terminaran, ahora bien. Si eso era lo que quería Isagi, pues lo iba a respetar, sin más. Pero, de una cosa estaba seguro el de cabellos bicolor. Esto era que, Isagi estaba arrepentido. Lo veía en su mirada. Pero ya no quería sobrepensar más las cosas, lo tenía en frente. Debía de armarse de valor y preguntar el porqué de su crimen. Y luego de eso decidiría que haría.

Sí.

Eso sonaba bien.

一Isagi, ¿por qué lo besaste? 一dijo Bachira con temor de saber la respuesta.

Tenía miedo, miedo porque quizás escucharía cosas que le romperían el corazón en mil pedazos. Isagi era el amor de su vida, el primero y el incondicional. Sin él, sin él, volvería a estar en la soledad, y a pesar de que le desearía lo mejor por toda la vida, él no estaría bien del todo pues caería en la desolación misma. En esa oscuridad tan vasta y extensa de la cual pensaba que nunca, nunca podría escapar.

一Bachira...一dijo Isagi, hizo una pausa, necesitaba pensar bien las palabras que le diría一. Yo, yo tomé una decisión final.

Bachira desvío la mirada hacia el suelo, sus ojos se cristalizaban, pero no lloraría frente a él o quizás sí. Este momento quemaba con locura infinita y ardía incluso con agua.

一No te enojes conmigo, pero volví a besar a Kurona 一dijo Isagi, hizo otra pausa para ver como reaccionaba Bachira, y éste lo volvió a observar con dolor en su mirada一. No me siento orgulloso de mis actos, pero Bachira tienes que entender que lo que hice hace rato fue porque quería comprobar si al besarlo a él sentía lo mismo que al besarte a ti.

一Pero a él no lo conoces como a mí, Isagi. De hecho lo conociste hoy, ¿cómo puedes querer comprobar si sentías algo por él o no? 一dijo Bachira sin comprender nada.

一Lo quise comprobar, porque cuando lo besé en la piscina me hizo sentir algo similar a lo que sentí por ti la primera vez que nos besamos 一dijo Isagi siendo tan franco como pudo, pero no quería irse con rodeos. No quería que nada se malinterpretara.

一O sea que... 一dijo Bachira a punto de sacar la palabra "terminar" a colación.

一No tan rápido, Bachira 一Isagi hizo una pausa一. No saques conclusiones apresuradas, déjame terminar, por favor.

一Prosigue 一asintió Bachira evitando la ansiedad que le causaba esta conversación.

Isagi suspiró.

一Y cuando lo besé recién, me di cuenta de que... 一Isagi miró al suelo, y luego alzó la mirada一. De que te buscaba a ti en él, Bachira. Mientras lo hacía, pensaba en ti y sólo en ti.

Bachira sonrió.

Derramó las lágrimas que contuvo a duras penas. Isagi le acarició la mejilla y con sus dedos pulgares le limpió las traviesas lágrimas que caían.

Unas paradisíacas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora