Pasivo agresivo. - Shadreen

Capítulo XIV

Luego de los dos haber descansado lo suficiente, volvieron a ponerse en marcha. Ninguno de los dos estaba de buen humor, los descansos ayudaban a su cuerpo físicamente pero no a su mente, realmente estaban jodidos en ese sentido.

Les costaba formular palabras, no tenían ganas de hablar y prefirieron ir caminando perdidos en sus pensamientos, los cuales eran confusos y absurdos.

Sus sentidos también se veían afectados, tanto sus ojos como lo que oían era confuso, tardaban en procesarlo o directamente no lo hacían. Su nivel de alerta era bajo y eso era contraproducente.

Cruzaban toda la zona llena de agua y barro torpemente, sus pies se quedaban atrapados y ya se habían tropezado varías veces. La situación en aquel pantano complicó todo mucho más de lo que realmente creían.

Sabían que iba a ser un viaje tedioso pero no tanto, preferían cruzar de nuevo el interminable bosque a seguir alguna noche más en aquel lugar.

Pero ya estaban cerca, bastante cerca. Rendirse en ese punto sería lo más estúpido que podrían llegar a hacer, no estaba en sus planes rendirse, nunca lo estuvo.

El más alto de los dos, Shadoune, frotó sus ojos con la palma de sus manos; mentalmente se daba palabras de aliento, se decía a sí mismo que este era el último esfuerzo que debía hacer, que era por el bien de él y de su compañero.

El contrario solo lo miraba sin decir nada, no era capaz de pensar en que decir o tan siquiera bromear y joderlo, el ambiente se sentía pesado, demasiado pesado como para ser cómico.

Estaban tan cerca de su deseado objetivo pero, ¿por qué no se sentían alegres o más tranquilos?

No se hablaban pero ambos eran conscientes de que el ambiente se sentía extraño, sabían que el otro también lo sentía. Sus miradas se encontraban y se demostraban preocupación, tal vez ambos empezaban a delirar juntos y realmente nada pasaba.

No podía suceder algo malo estando a nada de llegar, lucharon con todo por llegar hasta allí, no podía pasar nada malo. No se sacrificaron tanto en vano, ¿verdad?

No, nada pasaría. Ellos prometieron llegar, ellos se lo propusieron y llegarían a toda costa. Debían hacerlo, no solo por ellos, si no que también por sus compañeros y amigos. No era momento de rendirse.

Los puños del argentino se apretaron fuertemente y luego aflojó, repitiéndo esto varías veces. Estaba ansioso pero no estaba realmente seguro del porque, lo más seguro sería que sea porque ya estaba a nada de llegar a su objetivo pero dudaba de aquello.

No era el único en ese estado, su compañero también andaba con esa ansiedad tan extraña que los carcomía internamente, una situación rara y extraña, inexplicable.

Ambos cada vez se perdían más en sus pensamientos, un viaje tan silencioso pero que a la vez no afectaba en nada, no eran ni capaces de procesar el silencio.

Querían hablar pero nada se les venía a la mente, un nudo en sus gargantas impedían que cualquier ruido saliera de sus bocas. Se empezaban a desesperar.

“ ¿Y si todo fue una trampa de los dioses? ”

La idea no se descartó, pero sonaba ilógico que todo fuera una trampa, tal vez solo el pantano lo era. De cierto modo pudieron haber hecho que el viaje en este sea totalmente tedioso para sus mentes y cuerpos, después de todo solo los mejores podrían llegar, ¿no?

Ambos llegaron a ese mismo pensamiento, todo solo era parte de aquella prueba, debían demostrar que eran dignos y merecedores de eso y más. Ningún castigo divino iba a derrotarlos, no se dejarían pisotear tan fácilmente.

Pero las cosas no siempre salen como uno quiere o las planea, la vida siempre está llena de sorpresas desagradables, que pueden cambiar todo de un día a otro.

Ya les pasó una vez, aquellos desastres y acontecimientos que acabaron con la vida de sus compañeros fueron la muestra de ello, ¿por qué ellos no caerían en lo mismo?

¿Realmente eran tan fuertes como creían o solo eran pura apariencia? ¿Y si realmente eran débiles ante lo cruda que puede llegar a ser la vida?

Cada paso que daban era acercarse más a su anhelada vida nueva, a un nuevo y mejor comienzo. Eso no quitaba lo que vivieron, llegar allí realmente no haría que sus compañeros vuelvan a la vida, ¿qué les aseguraba que un nuevo comienzo sería para bien y no para mal?

Pero ya nada podían perder, dieron todo de sí para llegar a donde estaban, no perderían nada con tan solo dar su último gran esfuerzo.

El destino es conocido también por ser muy cruel, el destino simplemente no quiere que algunas cosas sucedan y hará todo para evitarlo.

Aquel dúo sería víctima de su destino, uno desconocido que les dió tanto pero también les quitó mucho, un injusto balance entre lo que dió y quitó.

Shadoune, un alfa fuerte que podría pelear contra varios a la vez, se encontraba en su punto más bajo, en su estado más vulnerable. Su destino no era el mejor en estos momentos.

Iban juntos, Spreen y Shadoune, lado a lado como siempre, jodidos por fuera pero aún peor por dentro.

El más alto, el alfa, fue duramente golpeado por una tercera persona; fue un golpe estratégico, un golpe seco por la espalda, en la zona del cuello casi lo noquea al instante. Cayó al agua, quedando de rodillas, levantó su mirada, sus sentidos se despertaron.

Su omega estaba siendo sujetado por una cuarta persona, impidiendo que este pudiera hacer algo, lo tenían inmovilizado. Gruñó, gruñó fuertemente e intentó hacer algo pero otro golpe bastó para acabar de dejarlo noqueado.

Su último pensamiento fue salvar a su omega, pero no pudo.

Su vista quedo totalmente en negro, sus sentimientos apagados, fue derrotado en el peor momento, estando tan cerca de la victoria pero el destino no quiere qué él gané, el destino tal vez nunca lo quiso.

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Cositas, capítulo mucho más corto.

No viene al caso pero Rubius volvió a usar la skin que alguna vez le hice y muchos streamers la vieron kwkfoakdbakan

No tengo amistades para contarles estas cosas así que lo hago acá en el peor momento posible 👍

Por último, ¿recuerdan la calma antes de la tormenta? :)