POV Verónica
-Ayyy Vero, vamos, no seas aburrida. Mira que hace tiempo no salimos, ya nos toca ir a adelantar cuaderno- Me insistía Susana.
-Su, pero Ana no ha llegado y no quiero dejar sola a Emma- No sabía que otra excusa poner.
-Vero por favor, Ana ha de estar trabajando, ya sabes lo estricta que es con su trabajo. Y Emma ya tiene 16 años, en otras ocasiones ya la has dejado sola-
-Esta bien, pero deja me arreglo, no voy a ir así- estaba con un vestido que uso para estar en casa.
-Mi vida, hasta recién despierta te ves divina. Ana se ganó la lotería contigo- me halagó Susana.
-Jajaja, ay Su que cosas dices, iré a avisarle a Emma que saldremos, espérame en la habitación-
-Vale, voy a escogerte la ropa- Dijo Susana emocionada.
-Ojo con elegirme algo muy arriesgado- le advertí a Susana, porque siempre quería que me vistiera provocativa.
-No prometo nada mi Vero- subió las escaleras Susana, mientras reía.
Termine de firmar unos papeles de la empresa y me dirigí al cuarto de Emma.
-Hola mi vida, ¿Qué estás haciendo?- Me acosté al lado de ella, abrazándola.
-Hola mami, estoy viendo películas.
-Bueno mi vida, oye voy a salir a comer con Susana, así que cuando María te llame a comer, bajas y cenas todo- Le dije mientras acariciaba su cabello.
-Si mami, tranquila, yo me porto bien. Oye ¿y mi mami Ana?-
-Mi vida la llame pero no me contestó, pero ya sabes cómo es ella cuando de trabajo se trata-
-Ay si, es bien intensa ella- Nos reímos a causa de su comentario.
-Bueno mi vida, mañana nos vemos, que descanses, te amo mucho, mucho, mucho- le di un beso en la frente.
-Te amo mami, diviértete-
Cerré la puerta de la recámara de mi hija y me dirigí a la mía.
-Bueno Su, ¿que me escogiste?- Le pregunté, esperando una opción decente.
-Ve a bañarte que aún no me decido-
-Bueno, pero ya sabes, ¿no?
-Sii Vero, tu tranquila, yo nerviosa- me picó el ojo.
Le hice caso y tome una ducha caliente para relajarme, hoy había sido un día muy pesado en la empresa.
-¿Ya Vero? Date prisa- Presionó Susana.
-Ay Susana, que cosa contigo que vives de afanes-
-Bueno ven corazón que ya tengo listo tu outfit.
-Ay Dios mío. A ver, muéstrame lo que elegiste-
-Primero que todo, esta lencería roja, para que esta noche seduzcas a Ana y salgan de la rutina- me miró alzando las cejas y yo me reí.
-¡Oyee! ¿Qué haces buscando en mi ropa interior?- la miré apenada.
-Ayyy vamos Vero, hasta desnuda te conozco- Nos reímos porque si era cierto.
-Bueno, sigue-
-Y te elegí este outfit, que te vas a ver espectacular- Era una falda negra corta y pegada con una pequeña abertura, una blusa negra pegada al cuerpo junto con un blazer también negro, ya que hacía un poco de frío.
-Óyeme Su, si sigues así te contratare como mi stylist- Me encanto lo que había escogido.
-Obvio amiga, soy la mejor diseñadora, siéntete afortunada- nos reímos de su comentario.
-Bueno, ¿Qué más escogiste?-
-Mira con estos zapatos rojos y este bolso también rojo- Definitivamente Susana es muy buena diseñadora.
-Listo Su, me encantó, esta espectacular todo, voy a cambiarme-
-Vale mi vida, ya vengo voy por una botella de tequila a la cocina, mientras te cambias-
Susana bajó a la cocina y mi celular sonó indicando que Ana me estaba llamando.
-¿Bueno?- Respondí.
-¿Cómo está la mujer más espectacular de todo el universo?- Definitivamente Ana era la mujer más especial de todas.
-Bien mi amor, oye te llamé hace un rato pero no me contestaste- Dije levemente triste.
-Me imagino tu cara con un hermoso puchero, pero mi amor he estado muy ocupada, tengo que entrar unos planos y no se me ocurre nada- Sonó estresada.
-Ay mi amor, mira hagamos algo, voy a salir a comer con Susana, que te parece si más tarde, que llegue te quito todo ese estrés y te relajas un poquito- Dije con voz coqueta.
-Ay Vero no me digas eso por teléfono que soy capaz de salir corriendo inmediatamente- Dijo Ana con voz sensible- Me encanta esa idea mi amor, y para eso te llamaba yo también, voy a ir a comer con Alberto-
-Listo mi amor, no hay problema, nos vemos más tarde-
-Tenlo por seguro que voy a estar viendo el celular cada 2 minutos, esperando el momento de que estés es mis brazos-
-Jajaja, bueno mi amor, te amo hasta el infinito-
-Y más allá- me respondió Ana.
-Chao- nos despedimos.
