CAPÍTULO 16

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POV Verónica

Hoy había sido un día largo, estaba abriendo la puerta de mi casa cuando un delicioso aroma a pastas llegó a mi, supuse que Alejandro estaba haciendo la cena, por lo que me dirigí a la cocina y me detuve en la puerta para contemplar a mi esposo mientras cocinaba y tarareaba, en mi se dibujó una sonrisa.

-Amor llegaste- Dijo Alejandro mientras se acercaba y besaba mis labios.
-Si por fin, hoy fue un día muy agotador, no veía la hora de llegar a casa y estar entre tus brazos- Dije mientras él me envolvía en un abrazo.
-Hoy hice tu comida favorita-
-Por eso te amo- besé suavemente sus labios.
-Y yo a ti. Si quieres ve eligiendo el vino en lo que yo sirvo los platos-
-Esta bien, ya vengo-

Me dirigí a la cava donde teníamos todos los vinos y escogí mi favorito junto a dos copas, en la mesa ya estaban servidos los platos, le entregué el vino y las copas a Alejandro y él muy caballerosamente me ayudó con la silla.

-¿Cómo le ha ido a Emma en su viaje por Europa?- Preguntó Alejandro mientras cenábamos.
-Hoy hablé con ella y está encantada con todo lo que ha conocido-
-Me imagino su emoción. ¿Ya en qué país está?-
-Ayer llegó a París y se encontró con Ana y Valentina que ahora viven allá-
-Entonces la emoción es el doble, por reencontrarse con su mamá-
-Eso supongo. ¿Cómo te fue en el caso de hoy?- Le pregunté a Alejandro porque era abogado y estaba llevando un caso muy importante.
-Vamos súper bien, pronto el juez dará su veredicto y todo parece ser que es a favor de nuestro cliente-
-Y todo eso gracias a ti, porque eres el mejor abogado que conozco- me acerqué y bese sus labios.

Nuestra comida se dio entre charlas y cariños. Una vez terminamos yo iba a recoger la mesa pero Alejandro no me dejó.

-¿Amor como se te ocurre? Déjame a mi y de una vez yo arreglo la cocina- Dijo él.
-Vida pero es lo justo, tú cocinaste, déjame a mi limpiar-
-No te preocupes por eso, mejor en lo que yo termino acá tú ve eligiendo qué película nos vamos a ver-
-Está bien- Dije mientras daba una dulce sonrisa.

Me dirigí a nuestra habitación, decidí ponerme un set de lencería y encima una bata de seda, volví a la cocina donde estaba mi esposo y me paré en el umbral de la puerta a esperar que terminara con su labor.
Una vez Alejandro terminó de lavar los trastes, volteó a verme.

-Definitivamente yo me gané la lotería al casarme con la mujer más hermosa del universo-

Dijo mientras tomaba mi cintura y me acercaba a él, sin dudarlo lo besé y nos dejamos llevar por la pasión hasta terminar debajo de las sábanas de nuestra cama.

Conmigo volverás Where stories live. Discover now