CAPÍTULO 2

218 22 7
                                    

POV Verónica

Me desperté desesperada y con el corazón a mil. Giré hacía mi izquierda y ahí estaba acostada Ana durmiendo, gracias a Dios todo había sido un sueño, realmente una horrible pesadilla. Amo mucho a Ana y no se que haría si eso pasara realmente.
Miré la hora y eran las 4:15 am, aún faltaba algunas horas para que amaneciera, me levante de la cama y salí al balcón y empecé a pensar sobre mi vida junto con Ana, esa pesadilla me había dejado muy sensible.
Estábamos en las Bahamas de aniversario y esta vez decidimos traernos a nuestra hija Emma, para que disfrutara con nosotras, ella estaba en su respectiva alcoba.
Hoy estamos cumpliendo 18 años de casadas, recuerdo como si fuera ayer que conocí a Ana, cuando vi sus ojitos achinadas me enamoré de ella.

<Flashback>
Iba corriendo porque iba para un examen final de dibujo estilizado, cuando de pronto choqué con alguien y mi bolsa cayó al suelo, dejando ver lo que había en mi interior.

-¡Oye, fíjate por donde caminas!- Dije un poco estresada, mientras arreglaba mi ropa
-Lo siento mucho, aunque tú también ibas distraída- Dijo aquella chica. Y yo indignada subí mi mirada hasta perderme en aquellos ojos chinitos-permíteme alcanzarte tu bolsa-
-Para próximas ocasiones deberías fijarte bien por donde caminas- reaccioné inmediatamente de su encanto.
-Para que vivas más feliz y relajada deberías usar eso que tienes dentro de tu bolsa- sonrió coqueta y miré al interior de mi bolsa, dándome cuenta que Susana había metido un vibrador que me había regalado esta mañana.
-No deberías mirar el interior de bolsas que no son tuyas- dije sonrojada de la vergüenza, de un momento a otro ella tomó mi mentón y alzó mi cara.
-¿Sabes?, si estuvieras conmigo no tendrías necesidad de usar eso- se acercó y besó la comisura de mis labios.

Rápidamente pasó por mi lado para irse y yo me quedé ahí estática, no supe cómo reaccionar.
En mi vida había visto una mujer tan divina, empecé a recordar sus ojitos chinos que desde que los vi me envolvieron en su magia, de su sonrisa coqueta y ese beso en la comisura de mis labios que dejó temblando mis piernas.
Borré esos pensamientos de mi mente rápidamente porque recordé que iba tarde para mi examen, cuando llegué el profesor casi no me deja entrar a presentarlo porque hace 20 minutos mis compañeros habían empezado, afortunadamente logré convencerlo y me dejó presentarlo.

Cuando terminé de presentar el examen me dirigí al baño para retocar mi maquillaje, abrí mi bolsa, lo primero que vi fue el vibrador y se me ocurrió usarlo en estos momentos, revisé que no hubiera nadie en el baño y entré a un cubículo. Bajé mis bragas hasta mis tobillos, subí mi vestido hasta la cintura, tomé el vibrador y lo encendí, saqué mis senos del vestido, pase el vibrador por estos y poco a poco me fui excitando hasta que mis pezones se pusieron erectos, bajé el vibrador a mi sexo y lo pase levemente notando la humedad, de repente me acorde de sus ojos achinados y su sonrisa coqueta, metí el vibrador en mi interior y empecé a gemir mientras con mi mano libre tocaba mis pechos. Sentí cómo poco a poco mi excitación subía más, por lo que metía y sacaba con más velocidad el vibrador, sentí el éxtasis cerca por lo que saqué el juguete de mi interior poniéndolo sobre mi clítoris de forma de que un orgasmo y gran gemido se apoderaron de mi. En ese momento sentí cuando se cerró la puerta de la entrada a los baños, solo esperaba nadie hubiera escuchado lo que acababa de pasar, cuando salí del cubículo, afortunadamente, no había nadie.

Mas tarde ese mismo día, cocinaba algo para cenar, ya que Susana me dijo que vendría porque me tenía una gran propuesta y ya me imagino por donde va la cosa.
-Hola mi amor hermosa- Me saludó Susana entrando a la cocina.
-¿Cómo está la rubia más sexy de todas?- le respondí a Susana.
-Pues si te soy sincera, muy exhausta y aún nos faltan dos finales más. Necesito un poco de entretenimiento contigo- puso su cara de coqueta mientras alzaba una ceja y mordía su labio, y su vista se paseaba por todo mi cuerpo- o en el peor de los casos, con un hombre bien buenote-
-En ese caso, deberíamos divertirnos tú y yo un rato- me acerqué de manera sexy hasta ella.
-Me gusta esa idea- poco a poco se fue inclinando hacia mi- pendeja se te están quemando las pastas- corrí rápidamente a quitarlas de la estufa.
-Ves Susana, lo que me haces hacer, ¿Ahora que vamos a comer?- Dije mientras nos reíamos.
-Voy a llamar para pedir sushi- Dijo mientras tomaba su teléfono para llamar.
-Bueno, ¿cuál es la propuesta indecentemente que me tienes?- pregunté ansiosa mientras ella hacía el pedido.
-¿Te acuerdas de Alberto?- preguntó ella.
-Claro, ¿Cómo olvidarlo? Me encantó su energía- Dije recordando cuando lo conocí en una fiesta.
-Bueno, nos invitó este sábado a una fiesta que va a hacer en su casa, para celebrar que ya terminamos con los exámenes finales- Me explicó Susana.
-¡Ay! Si corazón, tenemos que ir a esa fiesta, te juro que ya no quiero volver a ver un libro en los próximos 6 meses- Dije sonando agotada
-Excelente, entonces el sábado vengo y nos arreglamos juntas- Susana dijo emocionada-Y ojo, Verónica Castro, con irme a cancelar a última hora-Dijo mientras me señalaba con el índice.
-Ay ya te dije que iba a ir, relájate. ¡Oye! Te tengo que contar algo que me pasó esta mañana antes de llegar a clase- Dije con ligera emoción.
-Ay no, esa mirada yo la conozco, ¿ahora de quién te estas enamorando?- le conté todo lo que sucedió en mi encuentro con la chica de ojos bonitos- Ay Vero, ¿ni siquiera le preguntaste su nombre?-
-No Su, es que me quede ahí como hechizada, y tan solo con mirarla- Dije.
-tenemos que hacer un plan para que se reencuentren-
-Su, pero... ¿Y si no estudia en la universidad a la que vamos? ¿O si se se va de intercambio? ¿O y si no le gustan las mujeres? ¿Y si es casada? ¿Y si no quiere tener nada conmigo? ¿Y si me rechaza?- Dije frustrada.
-Cálmate Verónica, no te adelantes a los hechos, a veces estresas mija-

____________________________________
Aquí les dejo el segundo capítulo, espero lo disfruten 🤭✨

Conmigo volverás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora