CAPÍTULO 18

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POV Ana

Hace una semana Emma está acá y hemos disfrutado de cada rincón de Paris, mi hija va a su siguiente destino en dos días y antes de que se vaya quiero que esté para la propuesta de matrimonio que le haré a Valentina. Por lo que le dije a mis chicas que esta noche iríamos a cenar a un restaurante muy elegante y reconocido de la ciudad.
Salí de mi empresa a las 4 pm y me dirigí a una joyería a comprar un anillo de compromiso, me mostraron varios hasta que encontré el que sabría que le gustaría.
Me fui a un parque a esperar que llegara la hora de ir a cenar y me puse a pensar de lo que era mi vida hoy en día, hace unos años jamás se me hubiera pasado por la cabeza que estaría divorciada de Verónica, quien creía que era el amor de mi vida, después de nuestro divorcio pensé en buscarla para volver a intentar las cosas hasta que finalmente me enteré que se había comprometido con Alejandro, así que desistí esa idea y me fui del país, porque no soy tan fuerte para verla en brazos de otra persona.
Me perdí en mis pensamientos hasta que me di cuenta que iba justa de tiempo. Me levante de la banca en la que estaba y me dirigí a mi auto, lo prendí y manejé rumbo a mi casa.

-Ya llegué- Dije abriendo
-Hola mi amor, ya te iba a llamar, tenemos el tiempo medido para irnos al restaurante- Dijo Valentina mientras besaba suavemente mis labios.
-Hola amor, estás preciosa- tomé su mano e hice que diera una vuelta- ¿Dónde está Emma?-
-Está en su habitación terminando de arreglarse-
-Esta bien, voy a ir por ella para ir al restaurante-

La relación entre Emma y Valentina no era la mejor, pero las dos trataban de llevarse bien en mi presencia.
Subí al segundo piso y toqué a la habitación de mi hija.

-¿Quién es?- Dijo Emma del otro lado de la puerta.
-Soy yo, hija. ¿Puedo pasar?-
-Sí, mami. Sigue-
-Wow que hermosa estás- Dije cuando abrí la puerta.
-Obvio, porque me parezco a ti- Dijo y me abrazó.
-Mi vida, tengo que decirte algo- Tomé su mano y nos sentamos en el borde de la cama.
-Dime mami-
-La cena de hoy la planeé porque voy a pedirle a Valentina que se case conmigo y pues quería hacerlo antes de que tú te fueras-
-Wow mami, no sé qué decirte, nunca me imaginé que esto pasaría, pero si es lo que a ti te hace feliz, por mi está bien, yo siempre te voy a apoyar-
-Gracias mi amor- Dije y la abracé- ¿Vamos?-
-Sí, vamos- Tomó su bolso y bajamos.
-¿Ya están listas?- Preguntó Valentina
-Sí mi amor, vamos- Dije y tendí mi mano para que ella la tomara.

Salimos de casa y nos montamos en el auto, yo iba manejando, el trayecto al restaurante fue ameno ya que cada una habló sobre su día, finalmente llegamos al restaurante en el que había realizado la reservación.

-Buenas noches, ¿la reserva a nombre de quien está?- Dijo un amable joven en la puerta del lugar.
-Buenas noches, a nombre de Ana Gabriel- Respondí.
-Okey, síganme por favor- lo seguimos hasta el balcón del restaurante que tenía vista a la torre Eiffel.
-Wow Ana, esto está divino- Dijo Valentina con emoción.
-Espero te guste mi amor- Dije con nervios.

La mesera se acercó y tomó muestra orden, tiempo después nos trajeron nuestros platos y nuestra comida fluyó con naturalidad, cuando estábamos terminando el postre empezó a darme nervios y Emma me hacía señas con la mirada, así que decidí que ya era el momento.

-Señorita- llamé a la mesera- Nos puedes traer una botella de champaña, por favor- pedí amablemente.
-Si claro, en un momento- me respondió la mesera y se retiró.
-Uy mi amor, y eso, ¿Que estamos celebrando?- Dijo Valentina mientras tomaba mi mano por encima de la mesa.
-Ya verás- Dije y sonreí.

Nos trajeron la champaña junto con 3 copas y nos sirvieron a cada una.

-Bueno- aclaré mi garganta y tomé una mano de Valentina y una mano de Emma- quiero aprovechar que las dos están acá conmigo, para dar el siguiente paso-
-Dinos mi amor- Dijo Valentina con una suave sonrisa.
-Que difícil es esto- susurré y me levante de la silla, tome ambas manos de Valentina y la invité a pararse conmigo- Amor, aquí en esta ciudad soñada, la ciudad del amor- Señalé hacia la torre Eiffel- frente a la luz de mis ojos- voltee a ver a Emma- quiero hacerte una pregunta-
-¿Si?- Dijo Valentina con la voz temblorosa.
-Valentina mi amor- Dije y me arrodillé sacando la cajita donde venía el anillo- ¿Me harías el honor de ser tu esposa?- Dije y abrí la caja dejando ver el anillo.
-Ana- Dijo Valentina impactada mientras una lágrima caía por su mejilla- Sí... si quiero casarme contigo, mil veces te diría que sí- Se arrodilló y me besó.

Puse el anillo en su dedo y nos pusimos de pie, me volvió a besar.
Estuvimos en el restaurante hasta que se nos acabó la botella de champaña y luego llegamos a casa, me dirigí a mi habitación junto con Valentina y Emma a la de ella, una vez estaba lista para dormir, me dirigí a la habitación de mi hija para desearle dulces sueños como lo hacía cada noche desde que estaba acá.

-¿Puedo pasar?- Dije mientras tocaba a su puerta.
-Si claro- rápidamente abrí la puerta porque le escuché la voz llorosa y la vi limpiándose unas lágrimas.
-¿Que tienes, mi amor?- Dije preocupada.
-Nada importante-
-¿Como no va a ser importante si te tiene llorando?- Dije y ella me hizo lado para que me acostara junto a ella.
-Es que no te quiero causar problemas- Dijo mientras ponía su cabeza en mi pecho y se abrazaba a mi.
-Dime qué tienes- La abracé fuertemente.
-Es que aún guardaba las esperanzas de que algún día tu y mi mamá volvieran a estar juntas- Dijo y lloró aún más- pero ahora tú te vas a casar y mi mamá pues ya se casó con Alejandro, lo que hace lo hace imposible-
-Ay mi amor, a veces las cosas no salen como nosotros lo deseamos- Dije haciéndole cariñitos en su cabello.
-¿Puedes dormir esta noche conmigo?- me preguntó Emma.
-Claro que si, mi chiquita- Dije y nos acomodamos mejor, ella se escondió en mi cuello hasta que finalmente se quedó dormida porque su respiración se relajó.
-Perdóname por haberte fallado- Susurré y algunas lágrimas cayeron de mis ojos- Te prometo que en algún momento voy a enmendar ese error-

Me estaba quedando dormida cuando escuché que me llamaban, era Valentina quien me estaba buscando, por lo que salí de la habitación de Emma.

-¿Donde estabas Ana?- Dijo Valentina con el ceño fruncido- Llevo esperándote 20 minutos en nuestra habitación.
-Perdóname, estaba en la habitación de Emma-
-¿Por qué no mejor vamos y celebramos que estamos comprometidas?- Pasó sus manos por mi cuello y me fijé que estaba con un set de lencería y una bata.
-Lo siento- la separé de mi- Emma no se siente bien y voy a acompañarla a dormir esta noche. Dejémoslo para después.

Su ceño volvió a fruncirse y se fue de ahí sin decir nada, por lo que volví a la habitación de mi hija.

-Puedes irte con ella, por mi no hay problema-
-No mi vida, tú siempre serás mi prioridad- Dije y dejé un beso en su frente.

Conmigo volverás Where stories live. Discover now