Extra cuatro

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Alex

     Queridos padres:

     Hay personas, o sencillamente, seres que tienen la capacidad de recordar gran parte de su vida, pero también existen aquellos que solo se aferran a momentos, instantes que, sin querer, los marcaron para siempre. Y creo que me siento parte del último al rememorar una y otra vez el día en que mi poder se manifestó.

     ¿Ustedes los recuerdan aun? A veces, tampoco paro de preguntarme eso. Volviendo al punto, todo ocurrió en una mañana soleada y fresca: estaba ocupado con mis juguetes, y ustedes también lo estaban en la cocina, solo que nunca supe en qué. Los aviones que tocaban mis manos eran pequeños, de color verde oscuro y tenían la capacidad de alzarse por sí solos. Yo apenas estaba aprendiendo a caminar, eso y a tomar otras cosas liquidas.

     Por un instante, pase de concentrarme en los aeroplanos a posar toda la atención en mis palmas, las cuales eran todavía tan pequeñas que podían caber en la mano de uno de ustedes. Juro que no estaba haciendo otra cosa, más que entretenerme en el suelo, o eso era lo que hacía, hasta que comencé a sentir humedad en mis dedos, una que se fue convirtiendo poco a poco en gotas diminutas, las cuales empezaron a bailar a mi alrededor (literalmente).

     Muy en el fondo, aún tengo la certeza de que los dos solo estaban esperando a que eso pasará, porque a pesar de verme con sorpresa, sonrieron. Después, tú, mamá, me levantaste en brazos, me hiciste cosquillas en el estómago y te quedaste observando a papá, quizás esperando, o quizás no.

     Los días pasaron, y con ellos, mis cambios imprevistos: ya no gateaba como antes, sino que caminaba y corría; ya no hacía garabatos en los cuadernos de dibujos, sino que podía colorear sin salirme de las líneas. Todo pasaba sin que yo le prestará verdadera atención, pero ustedes, ustedes sí que lo hacían, y más de la cuenta. Además, no pueden juzgarme: era todavía muy pequeño como para ser consciente de que mis poderes eran reales.

     Supongo que esa fue la razón por la que me llevaron a la escuela luego de un tiempo: yo ya no podía controlar mis habilidades, ya no, y era frustrante, porque se trataba de mis manos, mi mente, mi cuerpo. ¿Cómo se puede llegar a ser enemigo de algo que forma parte de ti? Sabía que éramos aliens, pero no estaba al tanto de que estás eran las condiciones. Aunque no todo fue tan malo: yo no estaba solo, habían más niños pequeños en ese salón, al que me llevaron el primer día de clases. Niñas y niños que, al igual que yo, se asustaban debido a los espasmos de sus extremidades.

     No les mentiré: aprendí muchas cosas, y al momento de recibir mi asignación, pude conocer a esos dos aguafiestas, Thomas y Joen. Si existe alguna especie de riqueza, la mía es tenerlos a ellos como amigos: y obviamente, ambos piensan los mismo de mí. Madre, padre, jamás pensé que al ser extraterrestre, podría luchar por defender a mi tierra, mucho menos creí que tendría la obligación de separarme de ustedes, aunque esto último no llego a pasar (gracias al cielo).

     En fin, creo que aún no he llegado al punto de esta carta: además de que la escribo para fines terapéuticos (y para evitar dormir tanto durante el día) quería comunicarles que... estoy vivo, y planeo seguir estándolo. Es duro, es muy jodido no tenerlos aquí, pero trato de ir paso a paso, aun cuando eso me cueste mucho.

     Un ejemplo de ello es el cambio de rutina que hice: es posible que se sorprendan por eso, sin embargo, era necesario para el proceso, el cual es diferente en cada persona, por lo que puedo ver. La Luna Morada no está nada mal, y a veces, cuando tenemos descansos de la escuela y de los entrenamientos, vamos a la casa del padre de Joen a divertirnos un rato. ¿Saben? El señor Apolo también los extraña, y a todos los demás. Siguiendo con esto, he intentado implementar hábitos nuevos en el camino, como dibujar o leer; y he descubierto que estos dos me agradan, no hasta el punto del fanatismo, pero si lo suficiente como para mantenerme ocupado. Yo... ¿Ustedes pueden verme ahora?, ¿Querrían abrazarme, así como yo a ustedes?

     De verdad no quería terminar así, pero no puedo evitar sentir dolor, aunque sí que lo deseo fuera de mi pecho. Espero estén en paz y felices. Yo espero poder estar así algún día.

Suyo siempre, Alex.



¡Un nuevo extra está aquí! Hola, mis mundanos, espero estén muy bien. Como podrán haberse dado cuenta, hoy les traje un nuevo cap extra, específicamente de Alex. Por favor, no se olviden de comentar, votar y seguirme. El próximo que publicaré tratará un tema muy delicado, chicos, y en verdad, tuve que ver muchos episodios de "La Ley y el Orden" para poder escribirlo, y sí que me costo: el personaje de Julia pasa por algo que, lastimosamente, cualquier mujer pueden estar en riesgo de pasar, y dado lo serio de la situación, les pido que lo lean con calma. Está problemática es triste, y no tiene restricción de edad. Espero poder darle el eco que se merece para un fututo "alto". ¡Nos vemos pronto!

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Besos infinitos, G.S

PD: cap. dedicado a una gran amiga, Jess: gracias por leerme y por haberme animado a escribir por aquí. Por cierto, spoiler del tercer libro: Lara cambiará... un poco 🙃.

Luna de Hielo [Saga Moons #2] {➕}Onde histórias criam vida. Descubra agora