Bolígrafo

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03 de octubre, 2020

En momentos como estos, él desea no ser futbolista de élite. Piensa que las cosas serían mucho más fáciles estando en su hogar o en cualquier otro lugar.

Sería más cómodo hacerse cargo o ayudar con el negocio de la familia, tomar algún curso de administración e incluso ir a la universidad y vivir la vida de un adolescente con ansias de conocimiento, libertad y porque no algún desmadre.

O a lo mejor buscar un trabajo a medio tiempo, enamorarse de alguien del trabajo; estar en otro país con alguna beca qué hubiese podido conseguir pero rechazo antes de terminar la esos.

Si, piensa él; las cosas serias más fáciles sin la desmedida atención de los aficionados dando por culo cada segundo de cada día.

Y eso que no es de los más buscados y aún no entiende como alguien como Leo parece despreocupado dando autógrafos y sonrisas para algunas fotos que piden chiquillos y adultos por igual.

Los tres meses aquí en la ciudad eran los más largos de su existencia.

Él no pidió nada de esto, el solo quería jugar al fútbol qué era de momento su más grande pasión. Y es así como esta aqui en un evento organizado por el club dando autógrafos a diestra y siniestra sin procurarse siquiera de los rostros qué lo solicitan.

Da un respiro hondo para seguir divagando...y maquina para justificarse asi mismo.

La gente no podría culparla si supieran por lo que atraviesa; él no se considera un dramático pero la noche anterior no pudo descansar adecuadamente, además venía de una sobrecarga muscular y hoy entre la fisioterapia y el medio entreno sentía que cada macromolécula de glucosa en sus organos no se hacían a vasto. Incluso sentía las fibras musculares consumirse al devenir de los días.

El fútbol le estaba consumiendo...concluye.

Cualquiera que no conociera qué es un deportista profesional le tomarían como cualquier otro chico delgado a falta de comida y sueño.

Entre firmar y firmar camisetas con el número 10 en la espalda; Así es Leo estaba a su lado firmando y la gente mayormente tenían su número y despues pasaban a la fila a por él como segundo plato de relleno; cuenta los segundos para que esto termine.

Él lo entiende y de cierta manera no le molestaría tanto si hoy la cantidad de cortisol fluyendo por su sangre no potenciaran cada movimiento que realiza, su sentido de alerta y así como sus sentimientos de frustración y desdicha.

Y se considera que no es dramático...

Y ahí andaba en automático al ras de la mesa, como una caja registradora, con la mirada perdida imaginandose en miles de universos paralelos haciendo cualquier otra cosa que no sea jugar el fútbol y menos en el Barcelona.

Una en cien el joven futbolista nota el 16 y su nombre sobre la camiseta y de cierta manera eso le reconfortó al menos un poco pero aún así no se tomó la molestia en levantar el rostro y menos gastar calorías en memorizar las facciones de la persona considerada.

El bolígrafo otorgado por el staff ya no pintaba adecuadamente y se quedo a media firma sobre ella, sobre el número 16 precisamente como señal de no ser lo sufiencientemente digna de estar al lado de la firma de Messi.

Levanto el rostro como si hubiesen pasado días y en la muchacha frente suya se notaba la desilusión y demás personas en la fila.

No entendía del todo el porque, después de todo es solo un muchacho que patea el balón. No era un maestro dedicado al cien a sus alumnos o un médico de emergencia con turnos de guardias salvando vidas para merecer tal aprecio de las personas.

Secretos, Amor &OtrosSentimientos. (Gadri) Where stories live. Discover now