Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)

Pídemelo...y haré lo que desees

ANTES DE LEER

Muchas gracias por todo el apoyo que le están dando al fanfic, lo digo en serio.

Antes tenía ese pequeño miedo de que lo que generó el fic "Lugar de Paz" nunca lo podría replicar y que aquel fue mi tope, pero están apoyando tanto esta historia y llevo tan poco escribiéndola, y aún así el apoyo que le están dando es increíble.

Supere o no a mi otro fic, me hace muy feliz que les guste este libro y deben saber que seguiré escribiendo mientras se pueda, porque tampoco quiero alargar innecesariamente la historia...pero les tengo una buena noticia 👀

Siempre hay contenido nuevo de nuestra patrona, así que le veo mucho futuro a esta historia, espero que se queden hasta que llegue el final ♥️

Quería decirles eso ajajajja necesitaba hacerlo.

Ahora disfruten de la lectura💕

P.D.: Oigan...en el futuro...¿Quieren un poquitito de drama? 👀

Muy poquito...

Una pizca de drama...

¿Les parece?

Narras tú

Suspiré secando el sudor de mis manos y escuché a Rivers reír.

–Wey, mis padres no te van a hacer nada– dijo mirándome de reojo.

–No he conocido a los padres de mi pareja desde hace mucho, no recuerdo qué tengo que hacer y qué no...y tú estás bien rica y quiero cogerte a cada rato, entonces puede que se me escape algo– rió.

–Wey, te meto un vergazo si dices algo muy fuera de lugar– me quejé.

–Solo hago esto por dos razones– dije mirándola y se detuvo en un semáforo.

–¿Cuáles?– me miró.

–Mi primera razón es que voy en serio contigo y quiero poner todo de mi parte para que esto funcione, lo que incluye llevarme bien con tu familia, porque algún día quiero pertenecer a ella– sonrió.

–Aaaaay, te quiero mucho, pendeja– reí y acaricié su mano –¿Y la segunda?– dijo mirando al frente para seguir conduciendo.

–Quiero la mamada que me prometiste– soltó una carcajada.

–Pinche pendeja– relamió sus labios –No antojes– dijo mirándome de reojo y sonreí.

–¿Se te antoja comerme la...– me dio un golpe en la pierna.

–¡Eh! Vamos a casa de mis padres, compórtate– asentí.

–Se me paró...– miró mi entrepierna de reojo.

–Weeey, controla a tu pinche pito– dijo riendo –¿Cómo vas a llegar así a casa de mis padres?– me acomodé la ropa para que no se notara.

–Perdón por no saber controlar las ganas que te tengo– sonrió –Es tu culpa por ser tan hermosa– se sonrojó levemente.

–Pendeja– se estacionó –Bájate– reí obedeciendo y le ayudé a bajar las cosas que llevamos para beber.

Entré tras Rivers y su madre le dio un abrazo. Me quedé ahí parada mirando al hombre tras ellas y mantuve la mirada, aunque me intimidó bastante.