Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)

Eres una chingona

ANTES DE LEER

Quiero decirles algo...

¡¿MÁS DE TRESCIENTOS SETENTA MIL VOTOS?! ¡¿QUÉ LES PASA?!

JAJAJAJAJAJAJA esto no me lo esperaba, el libro ahora tiene más comentarios que visitas 🤣🤣

Muchas gracias por el apoyo, me hace notar lo mucho que les está gustando la historia, así que les puedo asegurar que seguiré poniendo lo mejor de mí y mi escritura para darles los mejores capítulos que se puedan ♥️

Los flashbacks los tendrán a lo largo de la historia, ya están seleccionados, así que pueden dejar de votar 💕

———

Y otra cosa...

Tal vez, repito, tal vez esta próxima semana haya más de un capítulo...tal vez jajsjaja

Y tal vez en mi libro de ONE SHOTS de pedidos esté el de AriGameplays esta semana, tal vez 🤣

Disfruten la lectura 💕

Narras tú

Ronny me metió un upper con bastante fuerza y eso me atontó un poco, tuve que afirmarme de las cuerdas y este rió mientras me afirmaba.

–¿Estás bien?– asentí.

–Me voy a vengar– nos reímos y me dio un zape con el guante.

–¡Vamos! ¡Yo te voy a seguir vergueando! ¡Despierta!– asentí y fue a su esquina.

Yo respiré un poco y volví a ir hacia delante. Esquivé sus tres golpes y después le di uno en el costado, este bajó la guardia para esquivar el segundo y le tiré uno a la cara.

Después tiré dos más con bastante fuerza y cuando este intentó escapar se tropezó y cayó.

Me agaché a su lado y cuándo este se rió yo lo hice también.

–Chingas a tu madre, pinche morrilla, te voy a partir toda tu madre– dijo levantándose y Ari le ofreció una poco de agua. Me senté y Rivers me dio agua a mí.

–No mames, qué increíble, vas a tumbar al pinche Diego– sonreí y me secó un poco el sudor.

–Hey...después de nuestras peleas...vamos a tener que coger en el camarín para celebrar, me deja con mucha energía y me dan ganas de cogerte hasta que ya no puedas más– se rió asintiendo.

–Va, los echamos a todos y celebramos– acarició mi cabeza –Va, pártele su madre a Ronny– reí levantándome y este ya era el último round.

Me dio unos cuantos buenos golpes y yo también a él. Al acabar me dio un abrazo y ambos estábamos con la respiración agitada.

Reímos y Rivers vino a abrazarme. Era el último entrenamiento que tendríamos antes de irnos a España y habían venido nuestros amigos y su familia a vernos.

–Wey, lo haces increíble, no mames, metes unos putazotes– sonreí.

–Todavía tengo ganas de met...– recordé que estaban mis suegros –De meter más putazos, pero Ronnie no me aguanta otro round– sonrió al darse cuenta de que iba a decir otra cosa y rió.

–Eres una pendeja– susurró y asentí.

–Es que es tu culpa por ser tan apetecible– sonrió sonrojándose ante lo que le susurré.