Te amo, pendeja

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Narras tú

–Hey...– sentí las manos de Rivers en mi vientre y se sentó sobre mi entrepierna.

–Mmm...– abrí mis ojos lentamente y escuché su risa.

–Wey...¿Te despiertas así de dura siempre?– asentí estirando un poco mis brazos.

–Sobre todo si duermo contigo– dije bostezando y relamió sus labios.

–Bueno, que valga madre el desayuno– la miré confundida y tomó mi bóxer para bajarlo –Esto está más rico– reí cuando puso su mano sobre mi miembro y se acomodó para meterlo en su boca.

–Uh...¿No quieres despertarme así siempre?– rió y escupió sobre la punta de mi miembro.

–¿Me pasas el lubricante?– dijo apuntando su mueble y asentí estirando mi brazo para tomarlo.

Cuando se lo entregué, ella lo abrió y puso un poco en sus manos. Posicionó una sobre la base y la otra seguida de esta, para comenzar a masturbarme.

–¿Estás cómoda así?– pregunté y me miró.

–Mejor párate– asentí levantándome y tomé una de las almohadas para ponerla en el piso –Qué caballerosa– reí asintiendo y se arrodilló frente a mí.

–Si estás cómoda...la chupas más rico– sonrió y me incliné para darle un beso corto –Mucha habla, ahora mámele– soltó una carcajada y nuevamente puso sus manos sobre mi miembro.

Pasó su lengua por el agujero del glande y subió su vista para mirarme a los ojos. Abrió la boca para meter la punta y comenzó a mover sus manos a la vez que su boca.

Bajó una de sus manos para masajear un poco mis testículos y la subió de nuevo a la base. Metió más centímetros en su boca y sentí que tocó en la parte trasera de su garganta.

Hizo un esfuerzo y avanzó un poco más, se mantuvo allí unos segundos y después me sacó de su boca, tosiendo un poco.

–Wey...– besó mi miembro –El lubricante sabe a chocolate, está rico– la miré y sonreí.

–Sigue chupándomela– tomé la base para darle un leve golpe en el rostro.

–¿A poco?– le di otro golpe y rió –No quiero seguir– dijo mirándome a los ojos.

–No seas mala...– dije acariciando su mejilla.

–Se me quitaron las ganas– me quejé y se rió cuando di un paso atrás –Wey, era puro pedo– negué sentándome en la cama y me subí los bóxers –_____– negué nuevamente y me metí bajo las sábanas, recostándome de estómago.

–No voy a permitir que juegues así conmigo– rió y se sentó sobre mi trasero.

–No seas dramática– se inclinó y sentí sus besos en mi cuello.

–Date vuelta– dijo impacientemente y reí.

–No quiero– me dio una nalgada y sonreí cuando dejó su mano allí.

–Deja mi trasero tranquilo– lo apretó.

–Es mío también– levanté mi torso levemente para poder girar mi cabeza y mirarla.

–No, mi trasero es mío, todo lo demás sí es tuyo– me dio otra nalgada.

–Es mío– negué y relamió sus labios –¿Qué tengo que hacer para que sea mío?– la miré un momento a los ojos y después volví a recostarme, dejando de mirarla.

–Darme el tuyo– escuché su risa.

–Me parece un trato justo– me dio otra nalgada —Ahora date vuelta y deja que te la siga mamando– negué –_____, hija de tu chingada madre, date vuelta– dijo de una forma más exigente.

Amuleto de la suerte - Rivers_gg y tú (__G!p)Where stories live. Discover now