Aprendiendo a ser [Lumity]

Capítulo 30

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Era viernes por la mañana y Alador se encontraba en su oficina en las instalaciones de Industrias Blight.

Un poco de mal humor porque la noche anterior de había desvelado revisando algunos de sus contratos más recientes con los accionistas mayoritarios de su empresa.

Estaba tomando un café americano bien cargado, que pudiera despertarlo de su estado de letargo matutino.

Miraba por su ventana directo al cielo, la mañana era soleada, ni una nube en el cielo

Su tranquilidad se vio interrumpida por su recepcionista, quien le estaba marcando por el intercomunicador.

Levantó el aparato y lo puso en altavoz.

—¿Sr. Blight?, tengo aquí a un hombre que desea verlo, dice que es periodista— se escuchó de la voz de su recepcionista.

—Dile que no tengo tiempo. Además, no hemos reservado para ninguna campaña publicitaria justo ahora— dijo tajante, e iba a colgar cuando se escuchó la voz del hombre.

—Oh, señor Blight, no vengo por la corporación, vengo más a un asunto... de carácter familiar— dijo aquel hombre con un tono burlón.

Alador se terminó de despertar con esto.

En todos sus años al frente de la empresa, y al tener que lidiar con todo tipo de gente, supo reconocer ese tono.

Con frustración pensó en las posibilidades.

Esperaba que no fuera alguna nota de los gemelos metiéndose en problemas la que tuviera que silenciar.

Suspiró fuertemente —déjalo entrar y mueve mi cita de las 9— dijo para después colgar.

Unos instantes después se abrió la puerta de su oficina, dejando a ver a un hombre que entraba en la total descripción de periodista y que traía un sobre en la mano.

—¡Señor Blight, es grandioso por fin conocerlo! — saludó felizmente.

Alador suprimió un gruñido que buscaba subir por su garganta.

—Sólo dígame su precio y terminemos con esto, no me interesa saber de las fiestas universitarias de los gemelos, es su vida— dijo mientras se daba la vuelta en su silla de nuevo viendo al ventanal, ignorando a la persona del otro lado de su escritorio.

—Oh, señor Blight, pero permítame presentarme. Soy el redactor jefe de la cadena de noticias televisiva de Connecticut y, por cuestiones de protección de datos, solo puedo decirle que mi seudónimo es Tibbles— comentó socarronamente el hombre.

Alador dio una vuelta rápida de regreso a su escritorio en cuanto escuchó 'Connecticut', la nota no era de los gemelos.

Miró sorprendido en dirección al periodista esperando que continuara.

—Oh, veo que he captado su atención. Bien. Sólo le pido 50 mil por no sacar la noticia que probablemente despegaría mi carrera— dijo mientras deslizaba el sobre amarillo en su dirección.