Aprendiendo a ser [Lumity]

Capítulo 36

<< Ambas familias llegan a un acuerdo >>

—Pero si siguen juntas deben cuidarse de los periodistas de ahora en adelante, más si ya llevamos un reportaje silenciado— explicó Odalia.

—Sobre eso...— dijo Amity de repente.

Todos la vieron esperando lo que diría.

Luz en específico, la miró con duda para después reflejar comprensión en sus facciones.

—Lo hablé con Luz y creemos que la nota si debería publicarse.

Las expresiones de sorpresa no se hicieron esperar.

—Aunque se pague la cantidad que piden, esa información puede llegar a otra cadena o periodista, y si seguimos saliendo, eventualmente se enterarán— explicó ella brevemente.

Luz reforzó la postura de Amity poniéndose a su lado y tomando su mano.

—Yo propuse esa salida. Realmente no me importaría que la gente conozca mi pasado, ya muchos lo hacen, lo de mi padre no es ningún secreto. Por otro lado...— dijo mientras miraba a Eda, —...supongo que es momento de tomar mis responsabilidades como una Clawthorne más—.

—Eso es muy dulce Luz— se escuchó la voz de Camila desde la entrada del comedor, quien había estado escuchando parte de la conversación.

Amity sintió la falta de la mano de Luz sobre la suya, y sólo alcanzó a distinguir que Eda se lanzaba a los brazos de Luz llorando.

—Vamos mamá, no es para tanto— dijo Luz tragándose algunas lágrimas, pero feliz.

Eda contestó algo ininteligible desde el cuello de Luz.

Mientras Luz trataba de calmar a Eda, sus padres se levantaron y la apartaron un poco.

—¿Estás segura de esta decisión, Amity? — preguntó Alador.

—Si, yo también tengo que empezar a ser responsable de mi vida— contestó Amity con determinación.

Amity distinguió, tal vez por primera vez en su vida, una mirada de orgullo de parte de su madre.

—Organizaremos alguna rueda de prensa para que los periodistas no te persigan después. Y puede ser útil para aclarar otras cosas...— expresó Odalia mientras veía a Eda, quien ya se había calmado.

Se acercó directamente a ella y le tendió la mano —sé que no nos agradamos Edalyn, pero podemos pactar una tregua por nuestras hijas—.

Eda miró sorprendida a Odalia, mientras estrechaba su mano.

—Y supongo que quieres que me dé a conocer como tu accionista.

—Lo dejo a tu consideración. Te ofrezco el espacio para darlo a conocer, de ti depende cómo hacerlo, después de todo, solo será cuestión de tiempo para que el mundo se entere—.

—Bien, lo pensaré— respondió Eda.

—Entonces, el reportaje no se detendrá, espero que estén preparadas para lo que viene. En todo caso, pueden acudir a cualquiera de nosotros. Si surge algún problema, lo resolveremos, ¿de acuerdo? — explicó Alador.