Capítulo 31

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<< Los Blight confrontan a Amity y la Abuela escucha todo >>


Amity había estado entrenando duro con las Banshees, en las siguientes semanas tendrían un partido amistoso contra una secundaria privada, aunque, en su opinión, St. Epiderm no era un nombre respetable.


Un paquete de nuevas jugadas había sido diseñado por Skara en pos de sus habilidades físicas como equipo, tratando de obtener los mejores resultados posibles de rendimiento deportivo.

O lo que también significaba, terminar totalmente agotadas después de cada entrenamiento.


Ya se había duchado y luchaba contra el cansancio físico cuando revisó su celular.

Un mensaje de su Abue ponía que sus padres querían hablar urgentemente con ella, que de preferencia llegara temprano a casa.

Se preguntó mentalmente el por qué sus padres querrían hablar con ella.


De pronto, Luz entró en su campo de visión.

—¿Estas bien Ams?, luces preocupada— dijo mientras le tomaba la mano.

—Yo... si, si todo bien, sólo un poco cansada ¿sabes? — le respondió esperando que Luz no preguntara más.

—¡Vaya que sí! — respondió con su habitual entusiasmo —el entrenamiento fue duro, pero con algo de suerte venceremos a St. Epiderm—.

—Si, eso espero— Amity suspiró mientras recogía sus cosas.

—Eh... te iba a preguntar si saldríamos hoy, aunque, bueno... debes estar cansada y todo eso— respondió Luz ahora un poco desanimada.

Amity no soportaba verla en ese estado, así que se acercó y le depositó un beso en la mejilla —sigue en pie la cita para el fin de semana— murmuró mientras se separaba, —pero si, hoy quiero descansar. Te avisaré si obtengo el permiso—.

—Está bien, amor— le aseguró Luz mientras también recogía sus cosas.

Ambas salieron del lado del campo, sus clases habían terminado un par de horas antes y la tarde era calurosa.

Se despidieron, y mientras Luz subía en el automóvil rojo, Amity se dirigía con paso acelerado en dirección a su hogar.


No quería alarmarse, pero el desconocimiento total le estaba dando una gran ansiedad.


Pasados unos minutos abrió la puerta de la entrada.

—¡Abue, ya llegué! — gritó al no ver a su Abue en las habitaciones contiguas a la sala.

Escuchó unos pasos arriba y por fin pudo divisar a su Abue.

—Mittens, llama a tus padres, no me quisieron decir por qué querían hablar contigo, sólo dijeron que era algo de la empresa— le explicó ella desde arriba de las escaleras.

Amity ante esto se extrañó, ella no tenía todavía ninguna relación con la empresa, más allá de lo que iba a estudiar.

Subió las escaleras y convenció a su Abue de que probablemente no era algo importante.


Se encerró en su habitación y encendió el computador.

En cuanto pudo, dio clic al botón de video llamada.

Aprendiendo a ser [Lumity]Where stories live. Discover now