Aprendiendo a ser [Lumity]

Capítulo 40

<< Amity se entera de que se ha equivocado en una importante decisión para su futuro >>

Luz se veía más animada en las siguientes semanas, Amity sentía que había tomado la decisión correcta al concretar esa llamada.

Y de nuevo volvía a la rutina, por lo menos la gente en Gravesfield ya estaba empezando a olvidar el escándalo sobre su relación y volvieron a ser personas relativamente normales en el pueblo.

Incluso había podido tener otro par de salidas con el Hexsquad, cada una más divertida que la anterior.

Era bastante loco para ella pensar que casi cumplía un año en aquel lugar y, sin embargo, tantas cosas habían cambiado.

Pero empezaba a sentir la nostalgia también, pronto ellos se irían, el único que quedaría aquí sería Gus en su último año de escuela.

Amity sabía que el cambio era necesario para crecer, pero le gustaba donde estaba ahora, pensaba en lo mucho que deseaba que esta etapa durará más.

Mientras estaba perdida en sus pensamientos, entró Luz en su campo de visión, cargaba una mochila roja que combinaba con su característico gorro y estaba agachada a su nivel.

Cabe mencionar que Amity la estaba esperando sentada en las escaleras del edificio de la biblioteca.

—Hola hermosa, ¿qué pasa?, luces triste — le dijo a modo de saludo.

Amity reaccionó ante la voz de Luz.

—Hola, batata— dijo Amity acercándose para un beso rápido —no es nada, sólo pienso... en el futuro, ¿sabes? —.

—¿Y...ves algo malo? — preguntó Luz sentándose a su lado por un momento.

—No, sólo que me gusta lo que tengo ahora, y me gustaría que el futuro no nos alcanzara tan rápido— replicó Amity recostándose en el hombro de Luz.

Luz recostó su cabeza sobre la de Amity pensativa.

—Hemos crecido Ams, creo que lo que sea que el futuro nos depare, estaremos listas para enfrentarlo— le dijo después de un par de minutos.

Luz se enderezó y se levantó de las escaleras ofreciendo una mano a Amity para ayudarla a levantarse.

Amity subió su vista hacia Luz. Su hermosa novia.

Aún no terminaba de creérselo.

Riendo un poco para sus adentros tomó la mano ofrecida y se levantó.

Si le hubieras contado todo esto a la temerosa chica de pelo verde que era Amity cuando llegó, no te hubiera creído ni una sola palabra.

—Vamos, se nos hará tarde para nuestra cita— le dijo mientras empezaba a caminar, sin soltar su mano.

Hoy habían agendado estar en la casa Blight para cocinar algo.

Con todo el desastre que trataron las semanas pasadas, esta cita no había podido consumarse.

La tarde apenas comenzaba, el sol estaba en lo más alto del cielo dando una cálida sensación térmica.

Amity y Luz iban tomadas de la mano para caminar el par de cuadras que las separaban del domicilio Blight, caminando a un ritmo lento, disfrutando del paseo y de la compañía de la otra.