Kintsugi [JS]

3

Yoongi sintió sus piernas temblando.

Se apoyó en una muralla al lado suyo, el corazón le iba rápido y sus ojos estaban cristalinos.

Tenía ganas de vomitar, todo daba vueltas.

Había sido atrapado por la enorme cantidad de personas a la salida de la maldita universidad. Él quedó aplastado por varios alfas. Los sintió, sus aromas, el espacio reducirse y como simplemente dejó de respirar.

Quiso gritar.

Se vió a sí mismo escondiéndose de la civilización a un pequeño rincón, Yoongi volvió toda su comida sufriendo mareos y jadeando a muerte.

El sudor se deslizaba lentamente por todo su rostro y cuello, se sentía asqueado. Necesitaba ir a casa.

Tragó saliva difícilmente e inhaló, quitando lentamente las manos del apoyo que brindaban las murallas. Con cuidado de no perder el equilibrio.

Después de comprobar que no caería patéticamente al suelo en medio de una crisis, salió de allí.

Su aroma era apestoso a malestar y por ello algunas personas quedaban mirándole todo el maldito camino. Yoongi se sentía miserable cada que aquello pasaba.

Las miradas de curiosidad y lástima de las que solo quería huir para siempre.

Cuando al fin vió su hogar, sólo pudo apresurar los pasos hasta cerrar la puerta tras de sí. Suspirando del alivio.

Estaba algo agitado nuevamente. Al mirar la hora, descubrió que pronto iría allí aquel chico con el que había quedado.

Había un problema, apestaba. Su aroma era demasiado intenso y no quería asustarlo.

Además, luego debía ir corriendo a una entrevista de trabajo. Había pasado por muchas últimamente.

Suspiró de nuevas cuentas, tratando de tranquilizar a su lobo y a sí mismo. Le era imposible no reaccionar de esa forma. No podía controlarlo.

Por ello, tomó un bote de neutralizador y se rocío en gran cantidad. Hasta que ninguna pizca de su aroma exista.

Se observó al espejo después de cambiarse las ropas apestosos a omega temeroso y se cubrió con prendas que le quedaban tallas más grandes y trató de acomodarse sus cabellos, que estaban demasiado largos y poco cuidados.

Y cómo olvidarlo. Dejó el número de la policia listo en el teléfono. Dejaría a un alfa entrar a su apartamento y tenía que estar preparado. O al menos, era su forma de sentirse más seguro.

De pronto, oyó la puerta siendo tocada. La piel se crispó por completo.

Era él.

Yoongi caminó rápidamente hasta quedar frente a la puerta, sin embargo, al tomar el pomo se detuvo. Inhaló, lento, y muy profundo cerrando los párpados. Tenía que hacerlo bien esta vez.

Necesitaba el dinero. No podía volver a arruinarlo.

Después de mentalizarse, lo hizo. Y al otro lado de la puerta ya abierta, vió a un alfa de ropas casuales esperando pacientemente.

-Oh, buenos días-Él entonces sonrió amable, hasta que sus ojos se volvieron media lunas. Pero a falta de respuesta, pareció algo confuso-Eh... Este es el lugar del anuncio... ¿No?

Yoongi se obligó a dejar de paralizarse patéticamente como lo estaba haciendo. Su voz se sintió algo aguda y temblorosa, evitando mirarlo directamente-E-h, buenos días- Otro silencio se hizo, antes de caer en cuenta y apartarse del camino en un movimiento torpe y rápido-S-sí, lo es... Pasa-Una mirada lo analizó antes de ceder, y él omega agachó la cabeza, avergonzado de sí mismo-Lo siento.

Pero el otro chico se giró a él apenas lo oyó, con una risa casi muda, cubriéndose los labios-No te preocupes, parece que es la primera vez que intentas tener un rommie, ¿Verdad?-Lo vió asentir rápidamente-Es normal estar nervioso, yo también lo estoy. Pero veamoslo de esta forma: Ambos necesitamos este apoyo, ¿Te parece?

Yoongi no pudo dejar la puerta cerrada tras su espalda. Quizá... Quizá necesite una escapada rápida, no lo sabía. Aunque las palabras que brotaron del alfa (Que ahora mismo se alejaba mirando animadamente el lugar) le hicieron sentir algo de confianza, él sonaba muy interesado, y... mierda, ¿a quién engañaba? ya la había cagado bastantes veces, pero todavía existían esperanzas-Me... Me parece bien.

-¡Genial!-Explotó, manteniendo distancia. Tampoco era un chico imprudente-No he conocido muchos betas tímidos como tú en toda mi vida. Eres un chico curioso, pero creo que podremos convivir en paz si es que acepto y tú me aceptas como compañero de cuarto- Sonrió, suspirando-Necesito esto.

-¿Beta?-Yoongi agrandó los ojos, casi se detuvo a mirar a los costados buscando al beta, pero su cerebro hizo clic. La falta de aroma. Él realmente creía que era un beta por el neutralizador-¡Sí! Beta... L-lo siento, todavía estoy nervioso.

-Está bien- Él alfa se acercó un poco, y su corazón se aceleró, para nada de la forma bonita. Él mismo sentimiento de botar todo de su estómago y salir huyendo del terror creció dentro suyo, pero se detuvo a un metro suyo-Por cierto, soy Park Jimin. Sé que ya lo sabes, pero no está demás presentarme adecuadamente. Espero que sigamos en contacto, si es que nadie gana el puesto aquí, porque realmente estoy muy interesado. Queda perfecto a mi universidad.

Yoongi asintió, carraspeando un poco y balanceándose ansioso-Min Yoongi, un gusto. Y te tendré en cuenta. N-no te preocupes.

Él dió una última expresión de felicidad antes de ir directo a la salida- ¡Nos vemos! Tengo mucha prisa, ¡voy tarde!

Y se fue.

El omega corrió directamente a la entrada y cerró la puerta lentamente con seguro, antes de estrechar su espalda a ella y deslizarse hasta quedar sentado en el suelo.

-Lo hiciste bien, Yoongi...-Se dijo a si mismo, escondiendo el rostro en las rodillas, aspirando tembloroso-Estuvo bien.

Cerró sus ojitos que se pusieron algo lagrimosos. Realmente lo hizo. Realmente alguien estuvo feliz y no salió huyendo.

Sin ataques de pánico, ni ninguna llamada a la policía, más un candidato demasiado interesado y amable.

Sin olvidar que creía que él era un beta, podia sacar buen provecho de ello. Y no lo reconoció para nada porque acababa de mudarse.

Era demasiado bueno. No podía dejarlo pasar.

Tendría que convivir con un alfa a pesar de todos sus miedos.