2: El príncipe.

361 37 8
                                    

Primer día de colegio

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.


Primer día de colegio. El sol entra por mi ventana, iluminando la habitación, haciendo que mis ojos se abrieran de a poco. Ya era tarde y...

¿A quién quiero engañar?

No es el primer día, esto no es Wattpad. Ya estamos a la mitad del primer semestre, cabe resaltar que esto es Inglaterra, es invierno y el sol no entra por mi ventana, lo único que veo a través de ella es un cielo azul obscuro. Apago la alarma de mi celular después de unos segundos en los cuales me dediqué a gruñir.

Son las seis de la mañana.

Astria, duerme a mi lado como si nada, abrazada a Ares, nuestro perro, un husky siberiano. Dormir con ella es un martirio, ronca toda la noche.

Ares alza la cabeza y yo me acerco un poco para acariciarle. Él me observa extrañado y vuelve a dormir.

Suspiro y decido levantarme de mi cama, sin muchos ánimos. Todavía sin encender la luz y confiandome de mi ojos miopes, caminé hasta mi armario y cogí mi uniforme, volviendo a gruñir al darme cuenta que no está planchado.

Odio usar uniformes.

Pero también odiaría tener que pensar en un outfit nuevo todos los días. Además, no tengo sentido de la moda, usualmente me pongo medias diferentes en cada pie y trato de convencerme de que nadie se da cuenta. Así que mi uniforme aburrido no está tan mal. Salgo de mi habitación y voy hasta el baño, feliz de encontrarlo vacío. Papá y Katherine ya se habían ido a trabajar.

El departamento de mi familia es relativamente pequeño: tres habitaciones, un baño, una cocina de tamaño decente, una lavandería y una sala. Cambiamos de casa cuando las gemelas se mudaron a London para estudiar. Solo quedábamos Anemone y yo. Y bueno, Astria, cada vez que era necesario.

Tal vez ya lo notaron, pero todos los nombres de mis hermanas empiezan con la "A".  Katherine es una mujer de gustos peculiares, pero me caía bien, me crió junto a sus demás hijas. Incluso me pide que le diga "mamá", pero no me siento cómoda con ello.

Salgo del baño en tiempo récord, justo a tiempo para ir a desayunar.

Y con desayunar me refiero a tomar café cargado para poder mantenerme despierta el resto del día.

Es viernes, y sin querer recuerdo que hoy también es el cumpleaños de Brianna. No pienso ir a su fiesta, pero al menos tengo que comprarle un regalo o algo. Realmente no sé qué le gusta. Entro a la cocina y un par de ojos verdes de observan.

—Buenos días, Jacinta.—me dice Anemone.

Ruedo los ojos.

—Buenos días.—le saludo de todas maneras. Los buenos modales ante todo.

Me preparo mi café mañanero y lo tomo en silencio, esperando que ella siga ignorando mi existencia. Observo mi uniforme con disimulo, consiste en una falda estilo escocés, una camisa blanca de mangas largas, una corbata roja y un chalet negro. La mayoría de chicas en la escuela lo personalizan, yo no tengo ni el tiempo ni el talento para hacerlo. La falda es lo suficientemente grande para cubrir mis regordetes muslos.

El patito feo y el príncipe [Jamie Flatters]Onde histórias criam vida. Descubra agora