29: Concecuencias.

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Dejo que mi cabeza se golpee de forma no muy delicada contra la mesa. Es la primera vez en mucho tiempo que vengo a la cafetería de la escuela, pero realmente prefiero estar rodeada de adolescentes odiosos que oír otra queja de Sheila y sus peleas con Brianna. Normalmente como en el jardín, y si hay mal clima lo hago en el salón, pero Beaumont no soporta los bichos que se alojan en el verde pasto, por más indefensos que sean.

Siento la mano de Jones posarse afectuosa en mi espalda. Quiero gritar, chillar, incluso hacer un berrinche.

Mi intención no era desahogarme con ellas, pero ya ha pasado un mes desde que... bueno, desde que Jamie Flatters dijo la palabra con "a". La verdad es que yo fui la primera en tomar distancia y evitarlo como si se tratase de la peste negra, no respondía a sus llamadas, cambié de asiento en las clases que compartimos y cada que me lo cruzaba por los pasillos, literalmente iba corriendo a esconderme en los baños de chicas, sabiendo que él no puede entrar ahí.

Los rumores del fin de nuestro noviazgo no demoraron en esparcirse después de la primera semana en la que me dediqué a ignorarlo. De alguna manera, eso no desvió la atención no requerida. Creo que empeoró, varias personas se acercan a mí con intenciones de saber qué pasó, o el porque sigo llevando el anillo de Jamie.

También se dice que sí llegamos a comprometemos y que yo cancelé todo a último momento.

A la tercera semana, él dejó de intentar hablar, lo cual yo agradecí en su momento, pero ahora se vuelve más insoportable el mirarle de lejos y esperar con anhelo que sus azules ojos me devuelvan la mirada, aunque sea por meros segundos. Brianna dice que actúa como el Jamie de antes, el Jamie que ella conoció.

Casi no sonríe y su comportamiento es indiferente.

Ese es un Jamie Flatters que yo nunca he visto.

Y se supone que lo que quería era no tenerlo encima, en este momento me siento tan estúpida porque que lo echo de menos. A él y su escaso conocimiento de lo que es el espacio personal, a sus manos siempre buscando una manera de tocarme y hacer el mínimo contacto. A sus palabras reafirmantes, a su voz ronca y lo mucho que me gusta su acento en secreto.

Mi orgullo está por ceder.

Debería hacerlo. Hablar con Jamie y ver cómo están las cosas entre nosotros. No me reconforta el hecho de que me dijo que... me dijo esas dos palabras.

¿Qué tan rápido se puede dejar de amar una persona?

¿Es un mes suficiente?

—¿Por qué no salía con ustedes?—Sheila suena emocionada—Son mucho más interesantes que Grace y Aurora.

Y sí, le terminé contando todo también a Sheila Beaumont.

—¿Tal vez porque estabas ocupada tratando de sabotear mi relación falsa con Jamie?—pregunto, alzando la cabeza para mirarle.

Ella sonríe "inocente".

—Sabía que había algo raro entre ustedes—Brianna le propina un golpe en el hombro—¡Auch! Es que... bueno, tú no parecías muy interesada en Jamie, y él... me enfermaba ver lo embobado que estaba. Supongo que es romántico que lleve enamorado de ti por tanto tiempo, incluso si le aplicó una extorsión a Jones.

—No hables de mi como si no estuviera aquí—la nombrada le mira mal antes de regresar su atención a mí—. Jojo, tienes que hablar con él.

Niego con la cabeza, temo que eso no vaya muy bien.

—¿Estará enojado conmigo?—resoplo.

Claro que lo está, si yo estuviera en su lugar, "enojado" no empezaría a cubrir lo que podría llegar sentir.

El patito feo y el príncipe [Jamie Flatters]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora