El cuidado de un oso •Spruan•

Enojo

-Hijo de puta.

Juan se dirigía a la pollería de aquel oso que tanto odiaba, spreen, era la sexta vez en la que le robaba sus cosas solo para joderlo, no esperaba que al llegar tuvieran una charla amistosa, para nada, pero sabía lo intenso que se podía ser el oso.

-¡Mariana!

-Juan, ¿Que pasó? ¿Por qué tan enojado wey?

-¿Dónde está tu jefe?

-En su oficina.

-Ahora vuelvo -Se dirigió a aquella oficina.

-¡No no no Juan, no puedes entrar hay!

-¡Me vale madres!

-Hay no...

Sabía que esto terminaría muy mal, no era la primera vez que veía a spreen y a Juan pelear.

-¡Spreen oso de mierda! -Grito apenas entró a la oficina.

-Boludo, sabes que no podés entrar aquí, retirate por favor.

-Claro, yo no puedo estar aquí pero tú si puedes robarme mis putas cosas!!

-¿Que decís? Siempre venis a decir estupideces.

-¡Se que eres tú, así que devuélveme lo que me robaste! -Este dió un golpe en la mesa.

-Juan retirate por favor, yo no robe tus cosas de mierda.

-¡Bien! ¿¡no lo quieres admitir!? -Juan tomo algunos papeles que estaban sobre la mesa rompiendo los a la mitad.

-Entonces ahora estamos a mano.

-¡¡Juan esos eran papeles importantes pelotudo!!

-¡Pues mis cosas también lo eran idiota!

Ambos ya estaban muy enojados, un error más y todo se iba a la mierda.

Spreen se levantó de su silla para ir hacia donde Juan, este por obvias razones le daba miedo pero no se iba a dejar intimidar por el oso.

-¿¡Por qué no te quedas en tu santuario de mierda, viendo a qué fiesta de cumpleaños podes ir mago de mierda!?

-¿¡Y por qué tú no te vas al maldito bosque a vivir con los demás osos!? La tierra, tu habitad natural ¿no spreen?

-Juan, no querrás meterte conmigo, no sabes con quién te estás metiendo mago de mierda. -Este se acercó más a Juan, rompiendo el espacio personal.

-Se con quién me estoy metiendo -Empujo a spreen para que se separara de el -Me estoy metiendo con un maldito oso, el cual duda de sus capacidades, ¿Eres un oso?

-¿Que decís te volviste loco?

-Dime spreen, ¿¡Eres un oso!?

-¡¡Si, si soy un maldito oso, Juan!!

Spreen ya estaba bastante desesperado, pero además de eso se sentía raro.

-¡Entonces demuéstralo! Anda, conviértete en oso, deja de ser alguien que solo se oculta detrás de estás malditas orejas, asegurando que eres un maldito oso. Tan fuerte te crees, anda demuéstralo, conviértete en oso, ¿O que? ¿Le fallas a tu especie así como así

-¡¡Callate ya!!

-lo sabía, tan siquiera puedes demostrar quién eres, o debería decir... Que eres.

Al fin, por primera vez le había ganado a spreen, por primera vez le había hecho sentir mal.

Se iba a retirar de aquella oficina, pero al intentar irse escucho un ruido, como un rugido.

Volteo para encontrarse con aquel oso,pero ahora sí, como oso.

-Hay no mames.

Sus ojos eran rojos, por qué estaba enojado, su pelaje negro, y aquellos ojos solo lo miraban con odio.

Juan se quedó en shock, no sabía que hacer, había un puto oso enfrente de el dispuesto a atacarlo.

-Spreen...?

Al decir su nombre el oso rápidamente fue a atacarlo, pero Juan fue más rápido, abriendo la puerta y bajando las escaleras de aquella oficina.

-¡Spreen! ¡Era broma lo que te dije! ¡Lo juro!

Juan decía, mientras escapaba de aquel oso.

Al llegar abajo, todos en el restaurante se les quedaron viendo, pero a Juan poco le importo, seguía huyendo del oso, saliendo del restaurante.

-¡Spreen, por favor no me mates, juro que fue broma!

Dijo antes de salir del restaurante, con las miradas de todos encima.

-Juan..? Patrón..? Dijo el Mariana totalmente atónito ante esa escena.

Juan seguía corriendo como desesperado, la muerte estaba casi alado de el, solo tenía una opción, llevar al oso a la casa de zorman y estando hay lanzarle una poción de debilidad, la cual dormiría al oso. Así que se dirigió a la casa de zorman, con el plan en marcha.

Corrió lo más rápido que podía, el oso era muy rápido, pudo usar sus poderes pero por la falta de concentración no podía.

Al fin llegó a la casa de zorman, tenía que apresurarse a sacar la poción.

Cuando la tuvo en manos se la intento lanzar al oso pero este intento atacarlo.

Lanzo la poción hacia arriba.

La poción callo encima del oso, pero este estaba cerca de Juan, a ambos des callo aquel líquido que los haría dormir, pero a spreen fue al que más le callo.

-Esto no debía de pasar...

Poco a poco sus ojos se habían cerrado, a lo mismo con el oso.
Antes de poder hacer algo se quedaron dormidos profundamente.

Juan ya estaba en el suelo, pero spreen no, así que esté al dormirse azotó, haciendo que zorman escuchará el ruido, y rápidamente salió de su casa, encontrando a un Juan y a un oso hay dormidos.

-Hay madre mía...

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Juan iba despertando lentamente, en una cama que no era la suya, y en una casa que tampoco era la suya. Se levantó exaltado al analizar todo lo que había pasado anteriormente.

-Juan, alfin te levantas.

-Z-zorman?

-Te encontré tirado afuera de mi casa.

-si... Bueno, le iba a lanzar una poción al oso y nos callo a los dos.

-Ostias, más tonto no puedes ser.

-Por cierto, ¿Y el oso?

-Alla -Lo señalo, el oso estaba durmiendo tranquilamente sobre una cama más grande que la suya. (sin doble sentido, y saben por qué lo digo)

-Ahora, Juan, ¿Me quieres explicar por qué trajiste a un oso?

Juan dudaba en decirle la verdad, no tenía más opciones, zorman era el único que le podía ayudar

-Es spreen.

-¿Qué? Pero, ¿Por qué? –Dijo el científico totalmente confundido.

-Bueno... Esque tal vez lo insulte un poquito, lo hice sentir mal y... Bueno se enojo y ahora es un oso.

-y ¿Por qué lo trajiste aquí?

-Zorman, quiero saber cómo convertirlo en humano de nuevo

El científico solo se le quedó mirando con lastima.

-Hay Juanito, Juanito, en lo que te acabas de meter tio...

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