El cuidado de un oso •Spruan•

Te amo para Siempre 💖

Toda la fiesta ya estaba echa, cadí todos los invitados ya había llegado, todo estaba muy tranquilo, claro por que no habían ofrecido todavía alcohol hasta que lo hicieron.

Todo se empezó a alocar, la música sonaba fuerte, todo estaba saliendo muy bien.

Juan solo se sentó a disfrutar.

Después paso un buen rato....

Ya era un poco noche, Juan sólo esperaba a Spreen, dijo que llegaría hace 1 hora.

Empezaba a pensar en que tal vez se olvidó de él y que realmente nisiquiera lo quería ver.

Juan aún no había echo nada durante la fiesta, estaba esperándolo a el para poder hablarle o algo adi, que ahora que lo pensaba era un plan muy aburrido.

Afortunadamente Auron y sus amigos lo vieron y quisieron incluirlo a la fiesta.

—Pero tío, estas más solo que un cactus, ven con nosotros.

Dijo Auron dándole una cerveza pata que se ambientara.

Lo pensó y seguramente Spreen no llegaría, y si lo hace sería más tarde, así que un par de copas no sería tan malo.

—Bueno, que empieze la fiesta.

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Robles y carre intentaban convencer a Spreen de que fueran a la fiesta, pero Spreen no quería desconsentrarse de su "trabajo" realmente todo estaba ya echo solo era que Spreen no quería ir a la fiesta.

—Wacho para que queres que yo valla a esa fiesta, estuve ya mucho tiempo hay en ese santuario.

—Si, pero piénsalo asi, ahora habrán más personas, música fuerte y comida.

—Y eso en que es bueno?

—Comida gratis, no se piénsalo.

—Ahh, bien, vamos pero solo un ratito.

—Aparte, puedes ir a ver a tu noviesito.

—¡Que no es mi novio!

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Pasaron algunos minutos y no era un secreto que Juan ya estaba borracho, aun  así seguía esperando a Spreen, pero estaba pensando en que probablemente ya nisiquiera llegaría.

Cuando Spreen llego, Juan estaba muy mal, estaba encima de la mesa bailando quien sabe que cosa.

Realmente no sabia si estaba bailando o le estaban haciendo un exorcismo.

"¡Mucha ropa, mucha ropa!" Se escuchaba entre la multitud

Todos estaban grabando con su teléfono, la casa estaba muy llena que apenas y podía moverse.

Aun así fue hacia donde estaba Juan a calmarlo por que realmente estaba haciendo el ridículo.

Lo jalo de la mano haciendo que se bajara de la mesa.

—¡Hey! Déjame estaba en mi décimo show.

—Juan, solo estas haciendo el ridículo.

—¿¡Spreen!? Creí que no vendrías.

—Lo bueno, que vine.

—¿Que? Cual freno en el cine?

—Ahhh, olvidalo.

No era de esperarse que Juan nisiquiera podía hablar por lo hebreo que estaba, aún asi el quería seguir el la fiesta.

—¡Espera! Y-yo quiero seguir aquí.

—Juan, sos un boludo, solo estas haciendo el ridículo.

—¡No! Soy un artista.

—Lo único que tienes de Artista es la inspiración.