Pero me di cuenta tarde...💐

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Ya habían pasado los 2 días de planeación, ahora estaban en ese momento, tan mágico para ellos.

Spreen entro a la habitación en donde se estaba arreglando Juan.

—Hey, no sabes que es de mala suerte ver al novio antes de la boda.

—Pues la mala suerte nos acompañará a ambos.

—Si me caigo cuando vallamos al altar va a ser tu culpa ehh.

—No importa yo te levanto.

Spreen dejo un pequeño beso a Juan para después abrazarlo.

Spreen, yo no soy-

—Bueno, ya hay que apurarnos que ya falta poco.

—Bueno, buena suerte.

—Igual para ti.

El gran momento llegó, Juan caminaba hacia el altar mientras que todos le tiraban pétalos de rosas.

Spreen mientras más lo miraba más se senamoraba.

Cuando llego miró a Spreen a los ojos, tenían que estar serios pero les resultaba difícil.

El padre dijo sus palabras hasta que llegó el momento.

—¿Aceptas?

Cuando le preguntaron eso a ambos todos se quedaron callados esperando a que alguien dijera "yo me opongo" o que alguno de los dos dijera que no.

Afortunadamente todo salio bien en ese momento.

Ambos caminaron tomados de la mano para retirarse del altar mientras todos les tomaban fotos y les tiraban pétalos.

Todos con traje negro y tirando flores blancas, así era el código de vestimenta.

Hasta que la boda real empezó.

De hay no doy más detalles, fue todo muy divertido y hermoso para todos.

Más tarde...

Todos en la boda ya estaban borrachos, pero más que nadie Rubius y Vegetta, no tan ebrios pero lo suficiente para hacer el ridículo.

La música estaba fuerte y era un ambiente agradable.

Spreen y Juan en la mesa platicando mientras veían como todos bailaban y se divertían.

-Si wacho, entonces yo estaba-

-Spreen, ¿Quieres bailar?

Rubius se acercó con spreen, quisiera o no lo iba a sacar a bailar.

-No pa no se bailar.

-Anda hijo, ven, yo te enseño.

-No, voy a hacer el ridículo.

Por más que spreen se negó hay estaba en la pista intentando bailar con su viejo.

-Mira spreen, pones un pie aquí, después el otro aquí, y haces tus brazos así.

Y así estaban bailando, sus pasos de spreen eran torpes, y por más que rubius le dijera que no lo hiciera así no podía.

-¡Vamos mi amor si se puede!

Spreen escucho eso y se animó más a bailar, ahora lo estaba haciendo mejor.

-Pero tío, estás aquí muy solo, ¿quieres bailar con tu suegro?

-No veo por qué no veg.

Ahora spreen estaba bailando con rubius y Juan con Vegetta, cosas de padres-suegros.

-¡Eso cabron!

Grito quackity, emocionado, quería bailar con luzu pero alguien le ganó.

-Luzu tío, ¿Bailamos?

El cuidado de un oso •Spruan•Onde histórias criam vida. Descubra agora