El cuidado de un oso •Spruan•

solo fue un sueño

—No spreen....

—¿Juan?

—No, no, déjame por favor.

—¿Que? ¿Juan?

—¡DEJAME!

—¡¡JUAN!!

—¿¡QUEEEE!?

Juan despertó... Todo había sido un sueño, una muy muy mala pesadilla, estaba sudando, estaba muy asustado, todo parecía tan real, pudo haber jurado que fue real.

—Wacho, ¿estás bien?, Estás todo sudado y rojo.

—N-no, s-soñe cosas m-malas

—Te ves terrible ¿Estás enfermo? ¿Quieres ir a hospital?

—¿Q-que? –Era lo mismo que le había dicho en su sueño.

—Que si querés ir al hospital.

—N-no, callate.

—¿Por qué boludo? ¿Que soñaste?

—Soñe con alguien.

—¿Otra vez con rubí? Amigo creo que-

—¡No! ¡Soñé contigo!

—¿¡Que!?

—¡Si!

—¿Que soñaste?

—N-no te puedo decir.

—¿Por qué?

—Por que no, deja de ser insistente.

Juan no siguió más la conversación y se levantó para hacer pues cosas que se hacen.

Spreen a cada lado que iba lo iba siguiendo preguntándole lo que había soñado, y bueno Juan no le quería decir, ni si quiera quería recordar.

—¿Puedes dejar de seguirme? –Dijo ya arto de la situació.

—No lo haré hasta que me digas que soñaste boludo.

—Ya te dije que no te voy a decir.

—Bueno, entonces te seguiré siguiendo.

—Te vas a cansar.

—Por mi, te sigo hasta la noche.

Juan aparentemente era más inteligente que Spreen, abrió la puerta y salió al jardín, spreen solo lo siguió.

—No te dejare de- –Antes de que se diera cuenta de había convertido en oso.

—JA! Te chingue.

Solo vio como el oso lo miraba con cara de enojo.

—No te enojes, solo te quedarás así por una hora.

El oso lo ignoro y solo se sentó abajo del árbol de cerezos, estaba dispuesto a tomar una siesta en lo que se convertía en humano.

—Dale yo te despierto antes de la hora.

El oso solo cerro los ojos ignorando completamente al hechicero.

Había pasado unos minutos de que Juan había despertado a Spreen para que se metiera a casa.

—Wtf me acabo de despertar pero me dió un re sueño de la nada boludo.

—¿Eso no le dijiste a Zorman la otra vez?

—Esque siempre que me levanto me da un re sueño, y no se por que.

—Ja, pinche flojo.

—Soy.

—¿Cual es la vez en la que te haz dormido más tiempo?