𝟙𝟞. Culpa

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Lo primero que veo al abrir los ojos es el rostro de Palm, está dormida y por unos milisegundos me encuentro confundido hasta qué cientos de imágenes mentales de la noche anterior llegan a mi cabeza de golpe. Mi cama no es especialmente grande, así que la tenía demasiado cerca de mí, tan cerca como para escuchar su respiración, una tan tranquila que podría darte mucha paz, u oler el suave aroma de su perfume, aroma que la representaba muy bien pues lo notaba demasiado femenino, con toques florales y refrescantes. Sus ojos están algo hinchados y rojizos en la zona de sus párpados, normal después de haber llorado un montón porque sí, hubo momentos donde sentí sus lágrimas caer en mi pecho o en mi rostro.

Me apoyo en un codo y me levanto un poco para observarla mejor, estire mi brazo para intentar tocar su cabello, pero me detuve estando a unos centímetros de lograrlo después de ver las marcas que yo mismo le provoque en su cuerpo, creo que ya había hecho suficiente. Me tomé muy en serio cuando dijo «hazme tu juguete por hoy y luego tírame», no era mi intención, pero no pude contenerme. Había externado parte de la ira que tenía para con el mundo contra ella, no toda, de lo contrarío la habría destrozado.

No puedo decir que fue terrible, claro que esta chica podría poner durísimo a cualquier chico si se lo propone, es atractiva y con un gran cuerpo, si les digo que no disfrute estaría siendo un completo mentiroso; ella cumplió con su parte de no molestarse cuando el nombre de Chrissy salía de mi boca, parecía ya no dolerle eso, como si estuviera acostumbrada a estar con un chico y que esté llamara por otra. Me bajo de la cama para poder cambiarme, mis tripas estaban rugiendo y tenía pocas ganas de preparar algo. En la sala veo, por el rabillo del ojo, algo brillante tirado en el suelo que resultó ser el collar de Palm, estaba roto de la parte del broche por la fuerza con la que lo había arrancado; suspiré apreciando el delicado dije de una margarita y termine poniéndolo en la encimera de la cocina.

Decidí ir a una tienda de conveniencia cercana, tenía un poco de dinero extra cómo para comprar algo para el desayuno. Mientras fumaba y me paseaba por los pasillos, me puse a reflexionar un poco más sobre esta chica que llego a mi vida de la manera más inesperada posible; no es una persona que me caiga especialmente bien y los momentos que pasamos juntos es meramente por nuestro "acuerdo", sin embargo, el sentimiento de culpa me invadía, pues, aunque ella no me explico el porqué se encontraba en ese estado, yo sí lo sabía. Lo sabía porque yo fui el que dejó esas fotos en su casa.



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—Muchas gracias por ser el mejor dealer— me decía Samuel tomando la bolsa de papel y extendiéndome un fajo de billetes. Ambos nos encontrábamos apoyados en el capó de su deportivo rojo. Pude apreciar una argolla en su dedo anular izquierdo, lo que me dejó algo sorprendido.

—No sabía que eras un tipo que pudiera tomar alguna responsabilidad— señalaba su mano con la cabeza mientras me prendía un cigarrillo.

—Esto no fue idea mía, mis padres se aseguraron de venderme lo más rápido posible apenas y puse un pie en Hawkins— se le veía genuinamente disgustado.

—¿Es fea o algo así?— me eché a reír, no creo que pudiera haber alguna otra razón por la que Sam rechazaría a una mujer. Negaba silenciosamente con la cabeza —Ya sé— chasqueaba los dedos —, descubrió que tu amiguito ya no se para ni con una mágica pastillita azul, ¿debería ya incluirte algunas con tus pedidos?— habíamos creado una amistad extraña que me permitía hacer este tipo de bromas.

—Ja, muy chistoso— respondía con sarcasmo —. Y para tu información, mi verga sigue siendo 100% funcional— hombre, como si me interesara —. ¿Conoces a los Sutton?— ¿Quién no conoce a los Sutton? Son unos millonarios que viven en extensas hectáreas de tierra no muy lejos de este pueblo, su negocio es la ganadería, aunque se rumorea que en la antigüedad consiguieron su fortuna con algodón y esclavos; podría parecer raro que me sepa estos chismes de señoras, pero es lo más interesante que sacarás de este lugar —Pues estoy prometido a su hija menor, Savannah Sutton. La tipa es bonita...

𝐄𝐍𝐂𝐀𝐃𝐄𝐍𝐀𝐃𝐎𝐒 || 𝗘𝗱𝗱𝗶𝗲 𝗠𝘂𝗻𝘀𝗼𝗻  (+𝟭𝟴)Where stories live. Discover now