Capitulo 18

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En cuestión de segundos se forma un gran charco de sangre bajo el cuerpo de Olivia. Ana salta de su silla, se agacha a su lado y consigue moverla poco a poco a la pared, hasta recostarla.

—Ayúdame —Dice Olivia.

De sus orejas, ojos y nariz caen delgados hilos color rojo oscuro. Su piel palidece a una velocidad inquietante. Olivia trata de cortar la hemorragia presionando con sus manos, pero no consigue mucho. El esfuerzo le provoca punzadas intensas de dolor en el pecho, y no tarda rendirse.

<<No quiero morir No quiero morir ... No de nuevo ...>>

Desesperada, Ana tira del mantel para tener algo que con que detener el sangrado, La botella y las copas caen y explotan contra el suelo, y los vidrios vuelan por todos lados.

Ajeno a la situación, El Socio chasquea los dedos y otra botella aparece sobre la mesa. En lugar de champaña, un líquido negro y viscoso se remueve en su interior. La destapa, sirve una copa

—Déjala. —Dice Ana.

—Te gusta la música ¿Cierto? —Dice El Socio.

—Por favor, déjala. —Suplica Ana.

—En mis tiempos fui un gran cantante, el mejor de todos. Cada noche miles de personas hacían fila para oírme, y sobre los escenarios me sentía como el rey del mundo... Fueron tiempos gloriosos.

El Socio parece estar reviviendo sus días de oro, mientras la vida de Olivia poco a poco se va en manos de Ana, una vez más.

—¡Va a morir! —Grita Ana.

El Socio se pone de pie, camina por la cocina y empieza a cantar. Ambas chicas creen por un momento que acaba de enloquecer, pero cuando le prestan atención, no pueden evitar volver sus mentes cinco meses atrás, al día que todo término para ellas...

5 meses antes, un accidente.

Al salir de la casa de Carlos, Anastasia y Olivia fueron a un pequeño acantilado fuera de la urbanización, con un buen lugar para estacionar y una hermosa vista de la capital por las noches. Ambas bajaron, Anastasia abrió la maleta del auto y se sentaron allí, a beber directo de la botella robada.

—¿Crees que te denuncien? —Pregunto Anastasia.

—Imposible, sería humillante para él. —Respondió Olivia.

Pasando la botella de mano en mano hasta llevarla a la mitad, a veces en silencio, a veces hablando sobre cualquier tema. Hasta que Olivia saco a relucir el tema de la universidad.

—Entonces, mañana empieza.

Olivia solo iba a cursar derecho por su abuela así quería.

"Este país necesita buenas abogados, tú serás grandiosa" Solía decir.

En realidad, su mayor pasión es la fotografía. Olivia quiere crear arte con su cámara, y poder ser reconocida en las mejores exposiciones del mundo.

Por otro lado, Ana se inscribiría en arquitectura. Tenía años planeando junto a sus padres como sería su exitosa vida académica, y nada podría salir mal el día siguiente, ya todo lo importante estaba pensado.

—Quizá mañana podamos hablar con tu abuela otra vez, ella debería entender que es tu decisión. —Dijo Anastasia, tratando de levantarle el ánimo.

—Da igual, jamás voy a ejercer. —Dijo Olivia, como para quitarle importancia.

Luego de pensarlo unos minutos, Olivia decidió confesarle a Anastasia eso que tenía semanas rondando por su cabeza.

Las Pesadillas de AnaWhere stories live. Discover now