Capítulo 17

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Fenrir

Me pregunto sí, en algún momento de mi existencia, alguien se paró enfrente de mi dispuesto a llevarme la contraria en presencia de mis soldados.

"Eres más audaz de lo que pensaba."

Su cabello castaño, por una parte peinado hacia un lado y por otra puesto detrás de la oreja, se sacude gracias al viento. Es así como algunos mechones cubren sin querer sus ojos azules, pero lo que no puede ocultarse es el coraje que habita en su mirada cargada de emociones. 

—No —respondí con calma, sintiéndome divertido por la situación.

¿Acaso eres consciente de la postura que tienes, cachorra mía?

Es una mujer preciosa, ya que sus facciones tienden a ser dulces cuando su rostro se encuentra en calma. No obstante, ella lo puede ser aún más, cuando sus cejas curvadas se fruncen ligeramente y sus labios gruesos hacen un puchero debido a estar enojada, en realidad, siento unas ganas inmensas de devorarla.
Sus mejillas toman un color rosado, ahora mismo, se encuentran encendidas al igual que sus orejas.

—Deberías adelantarte —ordené, cortando la tensión entre nosotros.

—Sí —murmuró, suavizando su expresión.

Aun así, puedo sentir a flor de piel su frustración, la misma que provoqué. A cambio, sonrío divertido viendo su espalda al marchar con los demás.

—¿Corvus? —musité, observándolo a unos pasos de mi posición.

"¿Debería agradecer tu lealtad?"

—Tú —murmuró atónito.

Cierro los ojos, levantando los hombros desganado. De verdad, no sabría cómo describir esa rebeldía indomable, pero voy a dejarla pasar.

—Ella está aprendiendo, Corvus. Necesita equivocarse —afirmé, teniendo en mente su mirada—, más cuando es alguien tan apasionada —bromeé.

—Jamás permitiste esa clase de comportamiento, Fenrir —remató con determinación, quizás, tratando de juzgarme porque fui demasiado blando.

"Sí, tienes razón. Jamás permití ese comportamiento."

—Tienes razón —suspiré.

De todos modos, una sonrisa perversa se dibuja en mis labios. Ennarco una ceja divertido, relajando la postura mientras respiro y las feromonas de aquella cachorra apasionada me deleitan.

—La traición se paga con la muerte —escupió, viendo de reojo mi mano enrojecida.

En otras circunstancias, muy diferentes a este momento, no sería capaz de tolerar ese comportamiento porque yo mismo mataría al licántropo que sea capaz de desafiarme, ya que la imprudencia tiene consecuencias.
Al igual que esa mirada cargada de resentimiento hacia una orden que fue indirecta, yo me desachería de ella. Pero debo empatizar con su expresión afligida cada vez que se trata del fuego y comprender que detrás de todo ese resentimiento hay un duelo que no fue realizado.

Por eso mismo, decidí perdonar a mi cachorra, ella está confundida y repleta de sentimientos que en cualquier momento podrían a matarla, sino lo hace la guerra antes.

—He vivido mucho tiempo, no puedo ignorar su pedido de ayuda —confesé, calmando sus latidos a la distancia gracias a la mordida que le hice—. Ella solo desea terminar con la guerra, ¿acaso no es esa una razón noble para estar entre nosotros?

Yo tengo el poder para partir la tierra a la mitad y sembrar el caos, solo tienes que pedírmelo.
Sin embargo, sí lo hago, no estaría enseñándote nada, vas a aprender mucho más que generar guerras o hacer la paz. Te voy a cambiar de pies a cabeza para que comprendas cada centímetro de ti y no dudes cuando se trate de tu vida.

Alfa & Beta: pasión desbordada © BORRADORWhere stories live. Discover now