Capítulo 21

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Cayena

Observo a Hydra. Él está molesto.

Ha sido un viaje corto, pero cuando veo su expresión y la de Carina sé que los decepcioné. Nunca me importaron los murmullos de los demás, pero ahora es diferente. Entonces comprendo que no hace falta seguir justificando mis acciones, porque nada va a cambiar que me revolque con el enemigo.

Me quedo paralizada.

Yo fui egoísta e ignoré gran parte de la responsabilidad que tenía por amor. Y ahora solo quedan recuerdos, y una muerte dolorosa.

Respiro con dificultad.

«No estás sola, Cayena. También estoy aquí.»

La mirada se humedece. Por tanto, pierdo los estribos de la situación. Los admiro pasmada, porque yo los traje aquí para frenar la guerra. Desde el principio estuve condenada a cometer errores, porque soy una ingenua.
Bajo la mirada a mi brazo. Ahora me doy cuenta de que debo tomar una decisión rápida para terminar las cosas. Mi sangre está sucia. No obstante, primero estoy obligada acabar lo que empecé y entiendo lo que tengo que decir. La respuesta está enfrente de mí. Ella me mira y es inexpresiva. Y sé perfectamente voy a hacer que el volcán erupcione, pero pretendo tomar esta decisión porque soy una cobarde.

-Aceptaré ser decapitada -afirmo. Y hago una pausa para asumir lo que dije. -La traición a la manada se paga con la muerte. -Levanto la cabeza. El mentón me tiembla, pero no voy a retractarme. -Ya no discutiré mi culpabilidad. Soy una traidora. -Miro a Fenrir, quien endureció el semblante-. Asesiné a mis hermanos por Draco Evangelou -miento, porque sé que no hay salvación. Nunca existió-. Pero primero acabemos con esto.

Un latido feroz me sacude y me deja sin aliento. Me tambaleo gracias a ello. Aun así, salgo de la habitación porque no hay vuelta atrás.

"Quizá tenía que ser así."

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.

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-Pensé que era diferente.

Carina percibe la tristeza de Hydra, quien está cabizbajo.

-Su elección es... terrible -suspira la guía. La mirada perdida se llena de lágrimas. -Es nuestra responsabilidad cuidar de los cachorros.

Ella se lleva las manos al pecho, ya que le duele la situación. Lo presiona con fuerza, pero haber oído su desesperación y los latidos lejanos de un corazón enfermo la terminan por ahogar. Se siente descompuesta porque no debería ser así.

-Ya no importa -murmura entre dientes, viendo la aflicción de su compañera-. La mocosa no es merecedora de tus lágrimas. Así que, no deberías ser piadosa con alguien que no lo fue con nosotros.

Él también se siente engañado.

-Silencio. -Corvus realiza un gesto para que ambos detengan el parloteo-. ¿Qué sigue ahora, Fenrir? Ella confesó su traición -titubea, ya que la mueca perturbada del alfa lo inquieta-. ¿Qué...?

La respuesta llega en un instante cuando la puerta es asotada.

-Está molesto -concluye Carina.

Hydra arruga el entrecejo.

-Lo sé, Carina. Fenrir no esperaba que Cayena se proclamará culpable y las palabras pesan más que cualquier acción, porque un licántropo no miente.

En cuanto a Fenrir los pensamientos lo abruman y la indiferencia lo obliga a bajar la cabeza a pesar de estar cerca de Cayena. Pero ella está lejos de todos. De hecho, nunca estuvo presente.

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⏰ Last updated: May 16 ⏰

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Alfa & Beta: pasión desbordada © BORRADORWhere stories live. Discover now