••01••

765 74 2
                                    

Un nuevo dia en la vida de nuestros protagonistas, ya pasado mucho tiempo, Alemania ahora es un puma grande y desarrollado. Aún así su padre adoptivo le sigue llamando cachorro.

No le molesta, aveces hasta lo ignora. El fantástico aroma de sándwiches, tocino y huevos cocinandose era encantador. Hoy irian al pueblo de los humanos, sería un gran día.

-Buenos días. -Saludó el mayor con una sonrisa ladina.

-Buenos días padre! -Dijo Alemania, emocionado por el día de hoy.

A Reich no le molestaba en absoluto que Alemania lo llamara padre, más bien, le encantaba que lo hiciera. Habían formado un lazo fuerte e irrompible durante todo este tiempo.

El mayor se acercó con dos platos de comida y los colocó en la mesa. Comenzaron a comer mientras conversaban un poco, y en ese momento llegó cierto tema.

-Padre, tu que has ido muchas veces al pueblo humano, que te ha parecído? ¿Te intentan matar todo el tiempo o qué?

-Hmm... Pues los humanos son bastante agresivos y asustadisos, pero también hay buenas personas que no te verán como un trofeo o una valiosa alfombra. -Dijo seria y sinceramente, no le mentiría a su hijo acerca de los humanos.

-Ya veo... y que vamos a hacer allá?

-Vamos a comprar unas cosas, nesecitamos estar listos para el invierno.

-¿Como qué cosas?

-Comida, unas mantas y shampoo.

-Oh... -Exclamó el menor en un tono ligeramente triste, bajando un poco su mirada.

-....Quieres libros, ¿verdad? -Su padre le conocía a la perfección, Alemania era un jóven puma que amaba leer, nada le entretenía más que un libro.

-Si... -Dijo el adolescente riendo tímidamente.

-Tranquilo, tendrás tus libros.

-Gracias padre...

ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 𝕀𝕟𝕕𝕠𝕞𝕒𝕓𝕝𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora