ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 𝕀𝕟𝕕𝕠𝕞𝕒𝕓𝕝𝕖

••19••

El último día de campamento, sería un dia hermoso, ¿O no?, pues resulta que Alemania y Reich salieron a conectar un poco con el bosque. ¿Quién no querría volver a estar en su verdadero hogar? Sentír el aire fresco, ver animales, volver a sentir la tierra entre sus patas...

Al llegar Reich marcó su territorio y comenzaron a inspeccionarlo, cuando sintieron un aroma ajeno. No era otro tigre, eran... Lobos. Había que echarlos del territorio, efectivamente, pero... primero debían encontrarlos. El aroma era fuerte, por lo que no debía ser demasiado difícil.

—¿Crees que sea una buena idea, papá? —Cuestionó Alemania.

—Si, acabo de identificar que son los del Sur, si fueran la manada Norte, Este u Oeste no pasaría nada, pero esta manada en particular caza más de lo que puede comer, detruyéndo el ecosistema. —Explicó el mayor.

Tras un buen rato de seguir el rastro lograron ubicar la manada, estaba la hembra Alfa liderando a un grupo de 22 lobos, eso es demasiado. Reich observó con rabia a la hembra Alfa, pues fué la responsable de la muerte de alguien muy, pero muy especial para él. Alguien que extrañaba hasta el día de hoy.

—La fiesta ya acabó, Mantra. —Llamó el alemán mayor captando la atención de la manada.

—Vaya, vaya, vaya~ ¿Pero qué tenemos aquí?~ El viejo tigre ha decidido regresar, y con compañía~ —Habló la Alfa.

—¡Si lo que intentas es intimidarme, ni siquiera lo estas intentando! —Rugió.

—Aay cariño~ No hay por qué utilizar la violencia. ¿Qué no te acuerdas de tu hermanito? O talvés... ¿Tu hijita? —Comentó pícara, Alemania estaba muy confundido.

—Padre... ¿De qué está hablando?

—¿Qué no te ha contado? Tuvo un hermano llamado Weimar, y una hijita llamada Democrática. Maté a los dos con mi propio hocico.

—¡YA BASTA! ¡No quiero escuchar una ínfima palabra de tu bocota! —Amenazó el tigre.

Reich había tenído un hermano mayor llamado Weimar, el cuál le presentó una tigresa muy bonita, llamada Bianca. Se enamoró perdídamente de Bianca, y todos los dias le agradecia a Weimar por presentarsela. Tuvo con ella una hermosa cachorrita de tigre, llamada Democrática. Una cachorra hermosa y energética, muy amable con otros animales.

FlashBack

Un día como cualquier otro Reich despertó, bajó a la cocina y notó que no estaba ni su esposa, su hija ni su hermano. Rápidamente salió a buscarlos, y se paralizó al ver que su esposa estaba muerta, siendo cargada por unos cazadores. Su sangre se congeló e hirvió al mismo tiempo, pero no podia hacer nada, su esposa estaba muerta.

Al regresar a buscar a su hija y a su hermano intentó seguir su rastro, y tras tiempo de buscar vió como la manada Sur de lobos devoraba a su hermano, ¿Podía tener un peor día? Si. Vió cómo la Alfa de esa manada, Mantra, tomó con su hocico a su cachorrita, y la puso en el frente de su mirada.

—Voy a disfrutar mucho esto, jóven Third.

Destripó ante sus ojos a su cachorrita, y no pudo hacer nada por que la condenada estaba protegida por los lobos más fuertes de la manada. Rugió con fuerza, fué un rugído de dolor por ver lo que le pasó a su familia, y en un impulso instintivo, tomó al cachorro de la loba.

—¡NI SE TE OCURRA! —Sin pensarlo dos veces el tigre devoró vivo el cachorro, quería vengarse de todo lo que le hicieron a su familia sin razón alguna. Nació su enemistad más fuerte.

Fin del FlashBack

—Yo he matado tigres Third. Maté a tu hija y a tu hermano, y guié a tu esposa a los cazadores.

—Yo también he matado lobos, Mantra. Y ahora no me importaría matar unos cuantos de tu manada. —Replicó.

La batalla comenzó con un súbdito de Mantra abalanzandose hacia Reich, pero este se lo quitó con un zarpaso mortal en la cabeza del lobo. Se desquitaría todo lo que no pudo hacer hace en años. Saciaría toda esa sed de sangre que aguantó.

Alemania ayudó a su padre con los otros lobos, mordían, rasguñaban, golpeaban... Era prácticamente una guerra. De 22 lobos vivos se reducieron a 15, y en ese momento Mantra ordenó a que se detuvieran, era su momento de pelear.

Se le abalanzó encima al Amur, y tras un forsejeo digno de HollyWood Reich terminó por quedar encima de Mantra. Su respiración era lo único que se escuchaba en la escena, pues todo se paralizó por un momento. En cuanto estaba por acabar con Mantra vió a unos pequeños cachorros, y se dió cuenta de que si mataba a la Alfa, estaba condenando a morir a inocentes.

—No te quiero ver más por aquí, Mantra.

Soltó a la Alfa, y con la ayuda de Alemania se fué cojeando en busca de los soviéticos, pues estaba muy herido y había perdido demasiada sangre. Al llegar todos los miraron preocupados, especialmente URSS por Reich.

—REICH! ¿¡Qué te paso!? —Preocupado, comenzó a examinarlo.

—Ahg... n-nada grave... Solo unos lobos-

—¿¡LOBOS!? —Aunque no le importó, recibió un siseo de parte de Reich al tocar las heridas abiertas.

—Ahg! D-duele...

—Ven, vamos a llevarte al veterinario...

—No! Primero no me vas a cargar! Y segundo no pienso ir a ningún veterinario!

—Oh vamos, no seas tan cascarabias, si sigues así te vas a morir desangrado.

—No soy-

No pudo terminar su frase por que ya estaba siendo cargado por el soviético, el cuáo lo subió a la camioneta y le puso una correa, le ató las patas y le puso un... ¿¡Bosal!? La razón era simple, no lo dejarían llevar a un tigre suelto al pueblo.

Aparte que no debía hablar, por que si no se darían cuenta de que es un cambiaformas. Encendieron la camioneta, y fuéron rumbo al pueblo rápidamente, todos les suplicaban a URSS para que reduciera la velocidad.