••20••

630 54 3
                                    

Ya en el veterinario, la veterinaria examinaba a Reich quién solo podía bufar y sisear, Urss lo sostenía en todo momento evitando a toda costa que este se moviese. La veterinara le inyectó un sedante y comenzó a coser.

Reich se sentía flotando, veía manchas y no podía pensar con claridad; algo así como el efecto del alcohol en exseso. Estaba en un momento de extrema vulnerabilidad, pero Urss no era tan malo como para aprovecharse de eso y hacerle daño.

Al terminar volvieron a la casa, Urss preparó algo de puré de papas, aguacate y un par de huevos hervidos. Le ayudó a Reich a alimentarse dandole de comer directamente de su mano.

Urss sabía que no lo iba a morder, uno, por que era su Alfa, dos, por que al saber que estaba indefenso era muy sumiso, y tres, no mordería la mano que le da de comer.

Urss se quitó el abrigo y cubrió muy bien a Reich acostandolo en el sofá, dandole un poco de chocolate caliente. Comenzó a masajear su cabeza, y fué bajando hasta llegar a su abdomen.

No le haría nada malo, solo quería darle ese afecto que tanto merecía y que nunca le había poder sido dado. Reich empezó a ronronear involuntariamente, mientras movía su cola complacídamente. Si, el era un macho Alfa que se oponía totalmente a estar con otro, pero que hiciera eso en su abdomen se sentía realmente bien. Urss encontró un punto que hasta lo hacia aullar de placer, y se enfocó en ese sitio. Al términar Reich estaba totalmente complacído.

Urss se subió encima de Reich sin ninguna mala intención, y empezó a olfatear su delicioso aroma. Quería confirmar si era cierto que los tigre olían mal, pero no era así, o no este en particular. De hecho, olía de maravilla. Se miraron a los ojos enamorados, para que posteriormente Urss le diera un tierno beso a Reich.

—Te amo, eres mi todo, no sé como podría vivir sin ti... —Dijo Urss enamorado, encantado, ipnotisado. Realmente amaba a ese tigre.

—También te amo, eres más que mi todo, y tampoco sé como podría vivir sin ti... —Correspondió Reich con un sonrojo y una tierna sonrisa.

Se fundieron en un cálido abrazo, diciendose cosas bonitas y todo lo que sentían por el contrario, y gracias a los mimos y suspiros que hacían estremecer a Reich este quedó profundamente dormido. Al rato el contrario hizo lo mismo, quedandose aferrados y fundidos en ese fuerte abrazo de oso, uno encima del otro acurrucados como cachorros.

🅕︎ 🅘︎ 🅝︎

ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟 𝕀𝕟𝕕𝕠𝕞𝕒𝕓𝕝𝕖Onde histórias criam vida. Descubra agora