21

1.1K 124 15
                                    

Capítulo 1: ¡Bienvenidas, perras!
Parte-2


Luego de que se fueran los abuelos, y de la pequeña charla que tuvieron acerca de Ginny y Praga antes de irse. La cuál consistió en su abuela aconsejado a Zion que debería concegir a alguien para que le ayude a criarlas y conocer las costumbres de ellos, ya que vivir con Georgia les "afectaba", cosa que para ambas era ridículo, no les molestaba aprender sus costumbres, pero no necesitaban una madrastra que las crie, para eso estaba su madre. Pero en fin, llegaron a la conclusión de que ninguna de las gemelas estaba bien y que su madre era muy inestable para saber que era bueno para ellas. Ahí quedó la conversación. Zion se negaba, prefería cuidar el de sus niñas.

Y bueno, volvemos a Praga. La rubia estaba en su cuarto, Austin dormía a su lado, mientras que la mente de ella divagaba. Pensaba en aquel sueño, no podía creer que las pesadillas habían vuelto, no quería eso, no quería volver a recaer en los mismo, ella sabía lo que se venía. Las ganas de cortarse no se habían ido, pero no quería hacerlo, en lo único que pensaba al momento de querer hacerlo, eran en Austin y en qué no podía dejarlo solo.

Se levantó con sumo cuidado para no despertar a Austin y bajo. Su padre estaba en el sofá, al parecer hablaba por teléfono con su madre. Cómo su padre estaba concentrado en hablar por teléfono, la chica agarro una botella de vodka que había y se la sirvió en un vaso, simulando que era agua. Tal vez el ardor que le provocaría el alcohol quite un poco las ganas de querer hacerse daño.

A los minutos después de que ella bajara, bajo su hermana, quien si se sirvió agua, pero robó un poco de vodka de su hermana. Ginny sabía que su padre hablaba con Georgia, Praga igual lo sabia, pero le haba igual a este punto.

—¿Era mamá?

—Me dijo que las extraña mucho.

—No nos importa.—claro que les importa, ellas extrañaban a su madre, a la antigua georgia, en la que si confiaban.

—Si, a mí tampoco.

—Extrala controlarnos, pa, no a nosotros.

—Y extraña que le haga de psicologo.

—No es justo ni cierto.

—No la conoces, pa.

—Creo que la conozco bastante bien, de hecho.—el hombre asintio. Suspiro para darle la noticia a ambas adolescentes.—Mañana irán con su madre al friernes.

—¿Que? Papa no.—Praga hizo una mueca, extrañaba a su madre, pero sabía que le gritaría por irse y a Ginny tal vez le de un sermón.

—Chicas, por favor, ya es hora.

—No, no tienes idea. No lo entiendes

—Bien, entonces díganme.

—Fingirá que no paso nada. Va a poner su risita y acurae como su mi mundo entero no se hubiera abierto. La conozco, pa.

—Gomita, ardilla, se que su compromiso fue rápido, ¿Okey? Tampoco es fácil para mí, si soy honesto, pero su mamá merece ser feliz. —Ginny se estaba alterando, se movía de un lado a otro. Mientras que Praga estaba normal, sabía aparentar que las cosas iban bien con ella. Tan así que nadie notaba que estaba volviendo a recaer.

—No se trata de Paul, Pa. Mama siempre sale con alguien. Se tira un pedo y ocho tipos se enamoran de ella. Si enloquecieramos cada vez que mamá tiene novio, estaríamos medicadas.

—Me encanta esto. En serio me hace sentir bien.—Zion siempre tratando de ser el calmado. Praga estaba sorprendida por lo tranquilo que estaba, "se debe fumar uno bueno todos los días" pensaba la cabeza loca de Praga.

DIE FOR YOU| Ginny And Georgia *Pausada*Where stories live. Discover now