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Capítulo 1: ¡Bienvenidas, perras!
Parte-3

Al otro día habían vuelto a casa, Zion y Austin iban en la moto de Zion, mientras que Praga y Ginny iban en la de Marcus. La morena manejo hasta el garaje de los Baker, en cuando se detuvo ambas bajaron de la moto. Ahí estaba Marcus, quien miraba a Ginny. Marcus se acercó a Ginny, sin mirar a Praga. Está última por su bien se alejo de ellos, dejando que hablen a solas.

Praga cruzo la calle y fue con padre, quien la esperaba parado en la cera con Austin a su lado. Si padre le dió la mano, proporcionándole algo de seguridad. Pero Praga lo sabía, sabía lo que venía para ella.

Se acercaron a la casa, viendo una olla y muchas cosas para freír. Georgia salió de la casa, con algo en sus manos. En cuanto vio a el niño sonrió.-¡Austin!-bajo las escaleras contenta, y se agachó abriendo sus brazos, pero el niño en ningún momento se acercó a abrazarla-Okey, ¿Así va a ser? ¿Enojados?

-Si.

-Yo estoy más enojada, estoy furiosa. Estoy gan enojada que voy a...-la mujer se acercó a Austin, agarrándolo por la chaqueta y haciéndole cosquillas.-¡Dios mío, te odio! ¡Vete de aquí!

-¡Me estás jalando!-el niño reía mientras su madre continuaba haciéndole cosquillas.

-¡Déjame en paz! ¡Dije que te fueras! Ay dios, mío, hablo enserio.-en cuánto se detuvo, sonrió con nostalgia y abrazo a su hijo, contenta de que haya vuelto. Zion sonreía, mientras la veía ser mamá.-Ay, dios mío, mírate, creciste un metro. ¿Qué te dió de comer Zion?

-Solo fueron dos semanas.

-Oye, gracias por traerlos.

-Tenemls que hablar.

-Okey suena serio. ¿Y tú no saludas o que?-la molestia en la voz de Georgia fue más que notoria. La rubia hizo un gesto con la mano en forma de saludo.

-Es serio.-Georgia frunció el seño.

-¡Paul!-el niño se acercó al hombre, mientras sonreía. Paul había Sido mejor padre para Austin que su propio padre. Era cierto, Paul adoraba a los niños de georgia, Ginny y Praga eran más grandes, tenían su figura paterna, pero Austin no, Paul habia hecho ese papel en poco tiempo.

-Zion si se quedará.

-Genial. ¿Vamos a freír twinkies?

-No habrás vivido hasta que frías un twinky. Graba eso, ponlo en mi lápida.-georgia rio. Pero un carraspeó la hizo girarse. Era ellen, quien iba con Ginny detrás.

-Tu hija le acaba de devolver a mi hijo su motocicleta. La tomo prestada. Pero seguro lo sabías y no me lo dijiste.

-No, no es así.

-Usamos cascos.

-Que bueno. La seguridad primero.

-Antes conducimos con papá.

-Es diferente: el conducía, ustedes iban atrás. No iban atrás. Les dejaba conducir, por supuesto.-Georgia grito lo último mirando a Zion.

-En el estacionamiento.

-¿Qué es todo esto?-dijo Ellen mirando todas las cosas en el patio.

-¡Friernes!

-Okey, me da igual. Solo mantén a Ginny y Praga lejos de mi cochera.-la mujer se alejo, resignada.

-Ellen, está claro que no controlo a mis hijas.-Ginny no la miro, mantenía la vista en el suelo.-linda chaqueta.-Ginny no agradeció, no hizo nada, se mantuvo sería. La morena se acercó a su hermana y entrelazó sus manos, el tacto de la rubia la calmaba un poco.

DIE FOR YOU| Ginny And Georgia *Pausada*Where stories live. Discover now