Capítulo 13.

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Shoto no había estado exactamente feliz de ser asignado a esta misión. Como regla, a los agentes especiales no les gustaba hacer de niñera de los novatos y él no era la excepción. Vigilar a un novato era tedioso en el mejor de los casos y extremadamente grave si el novato lo echaba a perder.

Vigilar a Zuzu no era tedioso ni molesto. El chico era brillante, rápido en aprender y ansioso por complacer. Zuzu no era el problema. Era él.

Nada había preparado a Shoto para lo agitado e incómodo que se sentía mientras su compañero se arriesgaba. Si algo salía mal, Shoto no podría ayudar. Esta misión particular requería un conjunto de habilidades que no tenía. Si bien había hecho algunos trabajos que requerían robar en el pasado, éste demandaba alguien que fuera más que simplemente bueno. Requería alguien excepcional. Alguien como Zuzu.

Shoto ni siquiera pudo encontrar a Zuzu a pesar de estar buscándolo. La habitación estaba oscura, el escenario del centro era el único lugar iluminado. La audiencia estaba dispersa por toda la sala, sobre todo parejas y una buena parte de ellos no prestaba atención al espectáculo shibari, demasiado ocupados manoseando a sus compañeros. Como sospechaba, este espectáculo era solo una excusa para que algunos pasajeros fetichistas se involucraran en sexo público bajo el pretexto de asistir a una demostración profesional de bondage.

La oscuridad daba ilusión de privacidad, pero era suficientemente excitante probablemente. Teniendo en cuenta que la mayoría de parejas ni siquiera estaban tratando de permanecer calladas, le hizo preguntarse cuántos de éstos shows terminaban en una orgía. Una pareja cerca de él comenzó a follar. Shoto no les prestó atención, sus ojos buscaban en la oscuridad.

Se sentía más al borde cuanto más tiempo estaba Zuzu fuera de su vista. Se recordó a sí mismo que el chico era muy bueno en lo que hacía. No le ayudó en nada a calmar su preocupación: era consiente que a veces sobresalir en algo no era suficiente. Algunas veces había circunstancias fuera de control.

Robar el dispositivo USB mientras que Brylsko lo llevaba colgado del cuello no era tarea fácil, considerando la paranoia de Brylsko. Pero estaba oscuro y Brylsko también estaba distraído con la chica en su regazo. Podría funcionar. También podría explotar espectacularmente en sus caras.

Shoto miró en dirección a Brylsko. Apenas distinguía su forma. La chica en su regazo parecía estar haciéndole una mamada, pero no podía decirlo con certeza; estaba muy oscuro. No podía ver a Zuzu por ningún lado.

Los minutos se arrastraban. Mantuvo un ojo en la actuación shibari. Estaba llegando a su fin. Les habían informado que habría un show de striptease después, pero no sabía si las luces se encenderían entre las actuaciones.

Maldición. Debería haber visto las imágenes de seguridad de espectáculos anteriores mientras investigaba por la tarde en la habitación.

Shoto frunció los labios ante la idea. Habría revisado las imágenes de seguridad si no estuviera tan ansioso por volver con Zuzu, su piel ardió de inquietud después de ver la forma en que Brylsko había devorado al niño con sus ojos. Los hombres como Brylsko estaban acostumbrados a obtener siempre lo que querían y Shoto no quería dejar a Zuzu sólo más de lo necesario.

Era la primera vez desde la subasta, que él y Zuzu habían estado separados por más que unos minutos y Shoto no podía quitarse la idea que algo iría mal en su ausencia.

Había aprendido a confiar en sus instintos hace mucho tiempo, pero esta vez se preguntó si se estaba volviendo paranoico. Nada le había sucedido al niño mientras él había estado fuera. Encontró a Zuzu en la ducha, perfectamente sano y seguro. El alivio que había sentido al verlo así había sido... desconcertante.

Shameless | TodoIzu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora