Shameless | TodoIzu |

Capítulo 17.

Con su bolso al hombro, Izuku salió del ascensor y se detuvo en seco cuando vio a Amanda parada allí, con los brazos cruzados detrás de su espalda, su postura recta y su expresión fría.

¿Lo estaba esperando? Una sensación de terror lo llenó, su entusiasmo se desvaneció en incertidumbre. Había archivado los formularios apropiados que Shoto le había indicado pero a pesar de las palabras de Shoto, Izuku no estaba tan seguro que Amanda no le prohibiera salir de la sede y vivir con él.

─¿Señora?─ dijo con cautela ─¿Puedo irme? ¿Verdad? Me lo permitieron.

─Por supuesto que puedes irte, Izuku ─dijo ella con una sonrisa amable. ─Pero ten cuidado. Ahora entiendo por qué te negaste a presentar ninguna queja contra el Agente 11 ─sus labios se curvaron. ─El Agente 11 tiene... un cierto efecto en algunas mujeres, y parece que tú también fuiste víctima de ello. Por supuesto, no es tu culpa. Eres joven e impresionable, y él es un experto en manipular personas.

Izuku sonrió. Posiblemente tan falso como ella.

─Gracias por advertirme, señora. Es muy amable de su parte. Ahora si me disculpa...

Salió del edificio antes que ella pudiera detenerlo. Maldita sea, incluso Brylsko parecía mucho más agradable que Amanda. Suspirando, Izuku se recordó a sí mismo que no era imparcial y que esto probablemente, estaba afectando su juicio. Amanda debía tener cualidades admirables también. Obviamente, era muy capaz y ambiciosa si había logrado un trabajo tan prestigioso. No debe haber sido fácil tener éxito en un campo gobernado por hombres. Sus palabras lo molestaron, pero no por las razones que ella creía.

Le molestaba que sus palabras no lograran plantar ni una pizca de duda en él. Confiaba absolutamente en Shoto. Confiaba en él mucho más allá de un simple enamoramiento. El sonido de una bocina de automóvil hizo que Izuku saltara. Miró a su alrededor hasta que su mirada se posó en el Mercedes plateado.

Cuando vio a Shoto detrás del volante, su corazón se sacudió y se sonrojó sin ningún motivo.

Ugh. Sonriendo tímidamente caminó hacia el auto y se subió al asiento del pasajero, poniendo su bolsa a sus pies.

─¿Siempre ha sido Amanda tan espeluznante? ─dijo. ─Trató de convencerme que eres un gran lobo malo manipulando a un chico ingenuo e impresionable como yo ─Shoto encendió el motor.

─No, ella no siempre es así. Simplemente, se siente amenazada y no es de las que se hunden sin luchar.

─Es malvada ─se quejó Izuku. Shoto se rió entre dientes.

─Ella no es malvada, Zuzu. No es más malvada o manipuladora que yo ─Izuku frunció el ceño, en desacuerdo y sin entender cómo Shoto podía estar tan tranquilo al respecto.

─Ella está tratando de meterte en problemas.

─No es la primera vez y no será la última ─dijo Shoto volviendo sus ojos a la carretera.

Izuku miró su perfil. Shoto se había afeitado. Se veía muy bien con barba, pero la vista de su mandíbula bien afeitada y la piel besada por el sol de su garganta, causaron que a Sammy se le hiciera agua la boca.

Quería lamer esa línea de su mandíbula y luego acariciar el cuello de Shoto. Quería... Él quería...

La mirada de Izuku se movió impotente ante los bronceados y musculosos antebrazos de Shoto, expuestos por sus mangas dobladas. Arrancando sus ojos hambrientos, Izuku apretó sus manos en puños. Tal vez no había sido una buena idea aceptar vivir con Shoto, después de todo.

─¿Cómo la convenciste para dejarme vivir contigo? ─dijo Izuku mirándose las manos.

─No necesitaba mucha convicción. Ella sabe que es su culpa que mi cubierta haya sido comprometida. Le advertí, ella no escuchó. Ahora debemos trabajar con eso. Sabe que la desaparición de mi sugar baby en mi vida haría las cosas aún más sospechosas. Puede que no le guste todo lo que quiero, pero no es estúpida. Ella sabe lo importante que es mi misión. No permitirá que sus rencores personales la vuelvan a afectar.