Capítulo 18.

113 20 0
                                    

Zuzu salió de su habitación quince minutos más tarde, vestido con una camiseta negra y un par de jeans ajustados que mostraban sus largas piernas. Cuando Zuzu se inclinó para agarrar su teléfono de la mesa del café, Shoto frunció los labios y miró hacia otro lado.

─Probablemente no regrese hasta mañana ─dijo Zuzu. ─¿Puedo llevar tu auto? ─Shoto se dirigió a la puerta.

─Te llevaré.

─¿Qué? ¡No! ─Izuku lo alcanzó en el camino de entrada. ─¡De ninguna manera!

─¿Por qué no? ─dijo Shoto subiéndose a su auto. ─¿Crees que nunca he estado en un club gay?

─No es eso ─dijo Zuzu subiéndose en el asiento del pasajero. ─Joder, esto es raro, Sho. No te quiero allí mientras yo... ─se sonrojó y desvió la mirada, parecía avergonzado.

─Dame la dirección ─dijo Shoto en voz baja, Sammy le dio la dirección. Encendió el auto, su cara cuidadosamente inexpresiva. Zuzu tenía toda la razón: no era una pequeña virgen ingenua cuya virtud necesitaba protección. Él podría cuidarse sólo. Si quería chupar el pene de un extraño, no era su asunto.

─¿Estás bien? ─dijo Izuku mirando a Shoto con cautela. ─Por supuesto ─Zuzu se encogió de hombros un poco. ─Te ves un poco enojado.

Shoto estaba tan sorprendido que casi se estrella contra el automóvil al frente de ellos. Mierda. No podía recordar la última vez que alguien había adivinado correctamente que estaba enojado y le habló de eso. ¿Desde cuándo se había vuelto tan transparente?

─Estoy preocupado ─dijo con la mirada fija al frente. ─Los polvos de una noche a menudo suelen salir mal. No quiero que te lastimen ─Sam suspiró.

─Supongo que es dulce de tu parte, pero por última vez: no soy un bebé. Estaré bien. Prométeme que no interferirás ─Shoto no dijo nada. ─Sho ─dijo Zuzu.

─Lo prometo ─dijo lacónicamente. No hablaron por el resto del camino.

El club estaba muy concurrido, pero afortunadamente la música no era demasiado fuerte. Shoto pidió una cerveza que no tenía la intención de beber, se apoyó en la barra y siguió a Zuzu con los ojos. Esos jeans eran jodidamente obscenos. Hacían que Shoto se sintiera incómodo y nervioso. Tuvo que resistir el impulso de encontrar una manta y envolver a Zuzu para que nadie pudiera mirarlo.

─¿Novio? ─gritó una voz masculina sobre la música. Shoto miró al hombre, alto, rubio... Irrelevante, antes de volver a mirar a Izuku. Estaba bailando con alguien ahora. El tipo tenía alrededor de veinte años, un típico atleta, todo físico y sin cerebro.

─No ─dijo, al darse cuenta que el rubio todavía estaba esperando su respuesta. ─Solo un niño al que tengo que cuidar.

─Eso debe ser una mierda ─dijo el rubio simpáticamente ─¿Cómo te cargaron con la tarea de ser niñera?

Shoto no respondió. Ahora el atleta estaba todo sobre Zuzu, sus manos se deslizaban desde su estrecha cintura hasta su culo. Apretando el agarre de su cerveza, Shoto se recordó a sí mismo que no era de su incumbencia. Zuzu no era un bebé. Le había prometido que no interferiría.

─¿Es tu hermano pequeño? ─dijo el rubio, claramente sin entender que no estaba interesado. Algo acerca de ser llamado el hermano de Izuku lo frustró.

─No ─dijo Shoto cortante. Sabía que estaba siendo grosero, normalmente trataba de rechazar a la gente con suavidad, sin herir su orgullo, pero en este momento la cortesía era en lo último que pensaba. Estaba enojado, y estaba enojado porque estaba enojado. Esta posesividad era jodidamente asquerosa y fuera de lugar, teniendo en cuenta que no quería a Zuzu de esa manera.

Shameless | TodoIzu |Where stories live. Discover now