-Dime pequeña, ¿vas a ser una buena niña para mi?-✮✮✮
Aun con sus manos en mi cuerpo llevo sus dedos a mi intimidad y analizando mi reacción con cuidado metió uno de ellos.
-¿Duele?- pregunto al ver cómo me sobresalte y frunció mi rostro.
Negué con la cabeza y moví un poco mis caderas, esperando a qué él comenzara a darme más placer del que ya sentía.
-Más Seb, por favor.-
Hizo caso y empezó a mover su dedo, al ver que mis jadeos se hacían mi fuerte y ya me había acostumbrado al movimiento agregó otro dedo, haciendo que soltara un silencioso gemido.
Soltaba algunas risas al ver mi vulnerabilidad y también intentando relajarme puesto que él aún notaba mi timidez. Con su otra mano acariciaba mis pechos y enredaba su dedos en algunos mechones de cabello.
-Te voy a hacer una pregunta.- apresurando el movimiento de sus dedos se agacho para dejar sus labios a la altura de los míos. -Los niños que has conocido... ¿Te hacen sentir así de bien?-
Yo no podía unir las palabras, lo único que salía de mi boca eran gemidos que intentaba acallar mordiendo mi labio. Él, al ver esto, sacó sus dedos y giró mi cuerpo, de algún modo acomodo mi cuerpo para quedar boca abajo, elevo mis caderas y me dio una palmada en el trasero.
-Respóndeme princesa o no te tocaré.-
Rechiste por la pérdida de su tacto e intente reclamarle, así que me recargue sobre mis caderas, quedando en cuatro de algún modo, hizo in desordenada coleta con mi cabello y pego mi espalda a su pechos.
-No, esta vez no obtendrás lo que quieras con poner bonita cara.- gemí el sentir si prominente bulto en mi trasero.
-Seré buena Seb, por favor.-
Soltó mi cabello y tomó mis caderas para voltear me cuerpo, me beso con relativa rudeza y al separarnos por la falta de aire hablo.
-Abajó.- entendí a lo que se refería y con prisa hice lo que me pidió, quedando a la altura de su polla.
Me miro con lujuria, como lo había hecho desde que llegue a su habitación. Mis dedos llegaron al borde de sus calzoncillos. Él acabo de bajarlos por mi y tomó su hombría entre manos.
-Abre.- obedientemente lo hice y comencé a bombear mi mano y boca en busca de complacerlo. -Eres increíble, pequeña.-
...
Llego la mañana y estaba segura que mis piernas seguían temblando. Tras varias horas de haber estado juntos en distintas posiciones y el divertido sobrestimulando mi cuerpo. Yo probando sus labios y polla, dándonos placer mutuo.
Estaba completamente desnuda en su cama, mi cabeza recargada en su pecho y su mano descansando en mi trasero. Hacia apenas unos minutos que había despertado y no lograba quitar las sonrisas de mi rostro.
Tan solo recordar me humedecía nuevamente.
-Buenos días, princesa.- giro nuestros cuerpos y esta vez su cabeza estaba recargada en mi pecho.
Su voz ronca logró hacer que la excitación volviera a recorrer mi cuerpo.
-Buenos días, guapo.- sonreí embobada por sus lindos ojitos.
Era algo extremadamente lindo saber que a pesar de ayer estar follándome con dureza, agregando palabras que cualquier otra persona considerarían degradantes ahora me estaba abrazando y mirándome como un niño chiquitito.
Dejo escapar un risa, una que parecía ser para si mismo, saco su mano de las sábanas y apretó mi pecho, riendo al hacerlo.
-Tonto.- me uní a su risa mientras él dejaba reposar su mano ahí.
-¿Fui muy rudo ayer?- me miro con genuina preocupación al ver las marcas que había hecho en mi cuello y otras áreas.
-No, de hecho, fue perfecto.-
-¿Quieres ir a desayunar?- se levantó un poco y se acomodo a la altura de mi boca.
-Solo quiero quedarme así contigo.- me estire y le di un corto beso.
-Bien... pero dame un beso.- le di otro corto beso. -Así no.- me reí y arrugué la nariz.
-¿Entonces cómo?-
-Así.- tomo mi rostro y me acerco a él, dándome un lindo y largo beso, dejando fluir la pasión y los sentimientos de por medio.
Deje escapar un jadeo y rodee su cuello con mis brazos. Después de un bueno rato, nos separamos y me empecé a reír. Tape mi cara con mi manos intentando cubrir mis mejillas ahora rojas.
-Ahora sí te pones roja, pero ayer rogabas por más.- él se unió a mi risa.
-Debería regresar a mi habitación.- intente sentarme pero sentí un ligero malestar.
-Yo provoque eso.- empezó a burlase de mi. -Te dejaré ir, sí es que puedes claro.-
-Tonto.- golpee sin fuerza su hombro.
-Deberías cuidar esa boquita si no quieres que yo le de otro uso como castigo.-
Volví a sonrojarme y él empezó a reír por esta razón, acaricio mi cabello y me dio un beso, se levantó y me dejo ahí sentada. Cuando regreso me dio mi sostén y mi pijama. Empecé a vestirme al igual que él, sin embargo no lograba encontrar mis bragas.
-¿Buscas esto?- entre sus dedos estaban mis braguitas. -Las guardaré, para después. Ya sabes, un recuerdo.-
Me reí y le saqué la lengua infantilmente, me siguió el juego. Ambos acabamos de vestirnos y me ayudo a levantarme para poder ir a la cocina.
-¿Qué quieres desayunar, princesa?-
-A ti, Seb.-
█║▌│█│║▌║││█║▌║▌║
ᴹʸ ᴮᴱᴸᴼⱽᴱᴰ

ESTÁS LEYENDO
My little girl - Vettel!
FanfictionEstaba tan enamorada de su mirada, de su tacto y de su sonrisa. Lo amaba con todo mi ser, adoraba todo de él. Lastima que era tan cercano a mi padre. Lastima que nunca pondría sus ojos en mi, nunca me vería como una mujer. Para el siempre sería un...